Si había un obstáculo por salvar para el presidente Trump, éste se presentó el viernes en forma de síntomas leves del virus chino COVID-19. Como medida de precaución y por recomendación de su médico y otros expertos médicos, el presidente Trump fue ingresado en el hospital Walter Reed Bethesda, donde trabajó el fin de semana desde las dependencias presidenciales. A unos medios de comunicación y prensa hostiles, un Partido Demócrata y un candidato (Biden) radicalizados a la izquierda y amparando a terroristas callejeros, y una economía y un país golpeados por el coronavirus, Donald Trump debe ahora superar también en primera persona la enfermedad que China permitió que se propagara por el mundo.
Teorías aparte de cómo se han producido los contagios de más de doce personas de alto nivel en la Administración y su entorno apenas en 24 horas y a escasos 30 días de las elecciones, lo cierto es que este nuevo obstáculo no va a impedir que Trump gane la reelección el 3 de noviembre.
Para ello, la campaña electoral se mantiene a toda velocidad con la puesta en marcha de la “Operación MAGA”, que se ha activado mientras el presidente lucha contra el coronavirus. El esfuerzo de movilización no sólo implica a los más cercanos a Trump, sino que abarca a millones de voluntarios y simpatizantes por todo el país. Este esfuerzo colectivo de apoyo al presidente, mostrará el entusiasmo real y el interés que hay detrás de la reelección.
De esta forma, la campaña de Trump se mantiene activa con eventos en estados decisivos en los que participan el vicepresidente Mike Pence y algunos miembros de la familia Trump, como sus hijos Donald Trump jr, Eric y la esposa de éste, Lara; habituales participantes en otros mítines electorales de apoyo.
El traslado del presidente al hospital militar Walter Reed Bethesda durante unos días, tras el positivo por coronavirus, ha redoblado el esfuerzo de la “Operación MAGA”, a la que se incorporará el propio presidente Trump en cuanto sea médicamente recomendable, una vez obtenida el alta, que podría ser este mismo lunes tras una rápida recuperación.
El esfuerzo de la campaña electoral mediante la “Operación MAGA” va a multiplicar los actos y eventos electorales durante lo que resta de tiempo hasta el 3 de noviembre. Los equipos de comunicaciones, de política, operaciones y el personal de la campaña y líderes de base por todo el país se mantienen en contacto para coordinar el mayor esfuerzo electoral que se recuerda en Estados Unidos.

Se trata de que poner en marcha todo el universo MAGA para mantener la campaña del presidente Trump a toda velocidad hasta que nuestro Comandante en Jefe regrese a la misma, lo cual será en breve. Así, el vicepresidente Mike Pence, la Familia Trump, nuestras coaliciones y nuestros partidarios de base saldrán con toda su fuerza para mostrar el verdadero entusiasmo detrás de la reelección del presidente y demostrar que estamos trabajando tan duro como él siempre lo hace.
La «Operación MAGA» comenzará con eventos virtuales, con representantes clave de Trump, que conducirán al debate vicepresidencial entre Mike Pence y Kamala Harris el miércoles 7 de octubre en Salt Lake City, Utah.
Después del debate, la «Operación MAGA» está programada para volver a los eventos en persona, comenzando con el viaje de Pence a Peoria, Arizona. Mientras está de viaje, el vicepresidente se detendrá en Indiana para poder votar temprano en su estado natal. Luego continuará con otros eventos en estados clave. Se prevé que el presidente Trump se incorpore a la campaña con un retorno épico, que ya está siendo preparado meticulosamente. La campaña también albergará eventos con coaliciones en estados clave, que incluyen, entre otros, “Mujeres por Trump”, “Voces negras por Trump” y “Latinos por Trump”, con el fin de movilizar los votos de colectivos esenciales para ganar.
La “Operación MAGA” se completará con la intervención del presidente Trump en varios eventos decisivos que se están planificando.
El esfuerzo de comunicación de la campaña Trump Victory está arrojando excelentes resultados. De momento, el sondeo Gallup ya refleja una intención de voto por Trump hasta el 56% frente al 40% para Biden. Las buenas noticias del empleo, con 661.000 nuevos empleos creados en septiembre; y los 11.400.000 empleos añadidos a la economía nacional en 5 meses, representan un récord del presidente y la mejor defensa ante los ciudadanos.
Es el comienzo del regreso de Trump a la arena electoral como el gladiador que es, que nunca deja de luchar y que jamás da por vencida su espada política.
La última batalla electoral es inminente y Trump se prepara ya para afrontarla y salir victorioso.