Fuerzas Especiales y Marines de los Estados Unidos han abatido a Ghulam Yahya Akbari, conocido como el Talibán tayiko, y a alrededor de 25 de sus hombres, responsables de la muerte del cabo español Cristo Ancor Cabello, hace apenas dos días, en una emboscada al convoy en el que transitaba. La operación comenzó el jueves y se prolongó hasta el viernes en Guzra, el distrito donde contaba con una de sus bases más fuertes.
Este jefe Talibán y sus hombres eran los reponsables de buena parte de los ataques que han sufrido las fuerzas internacionales en la región de Herat en los últimos meses.

La información de Inteligencia ha sido una vez más la clave para localizar y acabar con este peligroso terrorista, muy activo desde la insurgencia.
Una vez más Estados Unidos debe hacer el trabajo real sobre el terreno. Los reponsables políticos españoles deberían admitir ya de una vez que lo de Afganistán es una guerra en toda regla (pero, ¿alguien lo duda?), dejarse de hipocresías, abandonar ese patético “No a la guerra” que ni ellos se creen, y empezar a enviar medios eficientes a los militares españoles que se parten la cara por hacer su trabajo en Afganistán, sin el apoyo adecuado del gobierno. Y hablar de apoyo no es emitir declaraciones bonitas y sentidas, con lagrimitas en los ojos, sobre lo buenos y sacrificados que son los militares españoles; significa enviar mejores vehículos, helicópteros, pilotos, y toda clase de medios que brillan ahora mismo por su ausencia y que los militares están pidiendo a gritos para poder hacer su labor como ellos realmente saben hacer.

90 muertos españoles en la guerra de Afganistán y los medios pésimos con que los dotan, deberían remover las conciencias de los socialistas, de los manifestantes del “No a la guerra” que callan hipócritamente, de los cínicos que aún hacen diferencias con la guerra de Iraq, y con quienes silencian vergonzosamente las condiciones jurídicas y materiales en las que trabajan y viajan los soldados españoles en Afganistán, a los que se les impide demostrar su enorme valía, liderados por políticos incompetentes y que no tienen ni idea.
Eso sí, asistirán al Desfile de la Fiesta Nacional del 12 de octubre con una cara más dura que el hormigón.

Emotiva despedida al cabo Cristo Ancor

Funeral del cabo Cristo Ancor Cabello

LA MUERTE NO ES EL FINAL