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Hermana Glenda

Durante esta Semana Santa nos va a acompañar en todos los reportajes el talento musical y la fe cristiana de una mujer excepcional, la Hermana Glenda. Sus canciones nos servirán para conectar mejor con la espiritualidad y el mensaje de Cristo.
Con una voz única y una fuerza impresionante para llevar la fe a todos los rincones, la hermana Glenda es una de esas figuras sencilla y grande en sí misma. Con una guitarra, su voz y su inmensa fe, la hermana Glenda es capaz de transmitir un mensaje de amor, felicidad, y esperanza. Letras cargadas de humanidad, valores y fe, que ella nos susurra con voz dulce y cristalina.
Glenda Valeska Hernández Aguayo, nacida en Parral, Chile, el 5 de enero de 1971, y con nacionalidad española, más conocida como la Hermana Glenda, es una reconocida y admirada cantautora de música católica. Lleva más de dieciocho años consagrada a Dios y ocho años dedicada a la evangelización a través de la música. Es teóloga por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y psicóloga por la Universidad Pontificia de Salamanca. Su ciudad natal la declaró «Servidora Ilustre» en el año 2003 y actualmente reside y trabaja en España, aunque es conocida mundialmente.

El auxilio me viene del Señor – hna. Glenda

Moveremos las Montanas – hna. Glenda

Hazme volver – hna. Glenda

Transparente – hna. Glenda

Nació en Parral, pueblo natal del famoso poeta y premio nobel chileno «Pablo Neruda». Hija de Don Erasmo Hernandez Troncoso y doña Graciela Aguayo Sobarzo, que eran profesores. Es la segunda de 4 hermanos: Orielle, Leonardo y Grace. Realizó la mayor parte de sus estudios en Linares, a 45 kilómetros de su ciudad natal. La mayoría de los colegios en donde estudió fueron institutos públicos, aunque de segundo a cuarto de primaria (enseñanza básica en chile) estudió en el colegio de la providencia, dirigido por una congregación de monjas canadienses; y el séptimo y octavo básico en el Colegio María Auxiliadora, dirigido por las religiosas salesianas. La enseñanza media (bachillerato) la cursó en el liceo B 27 de la ciudad de Linares.
La hermana Glenda recuerda con mucho cariño sus años de estudiante. Fue una adolescente muy inquieta: perteneció a la cruz roja, fue ecologista, presidenta del centro de alumnos de su liceo, deportista de voleibol y atletismo, etc. Tenía un carisma y simpatía especial que siempre le hicieron popular en los colegios por donde pasó. También en esos años comenzó a cantar en los festivales y actos de su liceo y ciudad, junto con otras dos amigas. Ya empezaba a ser conocida también por sus dotes artísticas y su inconfundible voz que «cautivaba los corazones».

En la misa dominical de la catedral de la ciudad de Linares, ya era conocida y esperada su participación en la eucaristía. Su primer disco se lo pido su propio Obispo: Don Carlos Camus Larenas, hoy Obispo Emérito de Linares. Él, impresionado por su voz, le pidió que grabara en un cassette para él todas esas canciones, que cantaba en misa y en las exposiciones del Santísimo de los jueves de cada mes. Cuando Glenda ya era consagrada y estaba estudiando en Roma, el Obispo Camus le hizo recordar ese detalle cuando se encontró con ella. Para Glenda era un signo más de que su Iglesia bendecía su ministerio de evangelización con la música.
Recibió su primera llamada a la fe cristiana en 1985. Entonces estudiaba en un liceo donde había muy pocos estudiantes católicos. A esa edad tan temprana (14 años) Glenda decide conocer más de cerca la persona de Jesucristo a contracorriente de su padre y del ambiente que se vivía en el instituto en el que ella cursaba la enseñanza media o bachillerato. Todo el ambiente que la rodeaba la inducía a conocer otras creencias religiosas y filosóficas distintas al cristianismo católico; A esa edad realizó sus primeras composiciones: canciones de amor para su novio y más tarde canciones que le nacían del encuentro con Dios.

En mi Getsemani – hna Glenda

No me mueve mi Dios para quererte – hna Glenda

Tu me has seducido – hna. Glenda

Tu mi Alfarero – hna Glenda

Comenzó a cantar en la misa dominical de la catedral de su ciudad y, a través de este ministerio, poco a poco se va acercando a Dios. La hermana Glenda cuenta que, poco a poco, iba entendiendo lo que iba cantando. Se quedaba mirando la cruz después de misa y le preguntaba al Señor: ¿Es verdad que has muerto por mí? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Por qué…?
Al ganar en un festival diocesano de música, recibió como premio una Biblia, por la cual tuvo su primera experiencia de encuentro personal con el Señor. Después de la misma se decide a trabajar en la antigua cárcel de mujeres de Linares, aunque primero le fue negada la entrada, porque apenas tenía 15 años, insistió y no pudieron impedirle realizar sus primeras experiencias apostólicas entre los que más sufren. Glenda buscaba comunicar su experiencia de Dios: «¿Por qué yo experimento el amor que Dios me tiene y los demás no?». Esta inquietud la movía a entregarse y dar a conocer a Dios a todos, en especial a sus compañeros de liceo y de ciudad.

A Glenda la marcaron muchas personas, pero sin lugar a duda en esa época adolescente, Don Carlos Camus, su Obispo, influyó notablemente en su sensibilidad pastoral. Fue un Obispo muy misionero, visitó todos los rincones de la diócesis a quién el mismo le dio forma y consistencia. Fue uno de los primeros Obispos que, arriesgando su vida, se enfrentaron abiertamente a la dictadura de Pinochet. Estuvo muchas veces amenazado de muerte y calumniado. El valor de decir la verdad y de enfrentarse con los poderosos para defender a los más débiles marcó profundamente su Espíritu.
Luego de esta primera llamada a la «fe cristiana”, comienza a nacer en Glenda el interés por una vida de consagración completa a Dios. Miraba a las personas consagradas que iban apareciendo en su camino y pensaba: ¡qué fantástico debe ser vivir sólo para Dios! Un día siguió, sin ser vista, a una consagrada y hasta se atrevió a tocarle el borde de su hábito, «quería saber cómo era».

Ella cuenta que cuando encontró a Jesucristo, con sólo 14 años, en su primera experiencia con la Biblia, la leía todos los días, y uno de ellos Dios se hizo presente y abrió los ojos de su mente y de su corazón como a los peregrinos de Emaús. Entonces, reconoció al Señor, experimentó y gustó de su presencia y de su amor. Ella nos dice que fue tan grande esa experiencia que cambió por completo su vida. Comienza a dedicarse a comunicar esa experiencia en el apostolado y a la profundización de la misma en la oración. Luego recibió una segunda llamada del Señor, que le pedía dejar su familia, su país, su ambiente, su novio..¡posponerlo todo! y entregarse en cuerpo y alma a servir al Señor. Decide entonces, después de años de lucha y discernimiento, consagrar su vida a Dios. En 1988, Glenda da el paso definitivo, aunque confiesa que tuvo dolor, deja a su novio y entra en las Hermanas de la Consolación. «Eso es lo que siempre he hecho en mi vida —dice Glenda—: consolar, y eso es lo que quiero seguir haciendo». Lleva 18 años consagrada al Señor e intenta «hablar al corazón del hombre», consolando a los demás con el mismo consuelo que de Dios recibe”.

Vive sus primeros años de formación en Chile. En 1991 se traslada a Buenos Aires, Argentina y luego reside en Tucuman, al norte de ese país, trabajando como misionera, completamente dedicada al anuncio del Evangelio entre los jóvenes más pobres. Durante años de intenso apostolado en Argentina acompañó a numerosos jóvenes en el descubrimiento de su vocación personal, que todavía hoy la recuerdan. Luego la hermana Glenda viaja a Roma para estudiar teología en la Pontificia Universidad Gregoriana. Realiza también un servicio en la secretaria de Estado del Vaticano, como secretaria del Óbolo de San Pedro. En el año 2000 es enviada a España y comienza sus estudios de Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca, de la que ahora es doctoranda. Dios y el ser humano, son sus dos grandes pasiones a quienes les dedica largas horas de oración y estudio. En Europa la labor de Glenda se ha centrado sobre todo en la evangelización. Ha recorrido casi toda España anunciando al Señor Jesús y provocando a los jóvenes españoles a tener de verdad un encuentro con Cristo.
Aunque grabó su primer trabajo musical en 1998 (A solas con Dios) sólo en el 2002 comienza sus viajes de apostolado por el mundo. En ese año la Hermana Glenda participa en la Jornada Mundial de la Juventud en Toronto, cantando «Nada es imposible para Ti», mientras el Papa Juan Pablo II repartía la comunión. Esa experiencia con el Papa y ver su ardor misionero, a pesar de su enfermedad, movió a Glenda a comenzar desde ese año grandes y pequeños conciertos por toda España, EEUU, Panamá, Costa Rica, Cuba, Argentina, Chile, Alemania, y el último multitudinario concierto en República Dominicana en abril de ese año (2006) invitada por el cardenal primado de las Américas para ofrecer un concierto-oración el domingo de resurrección para más de 25.000 personas en el estadio de esa ciudad; también estuvo de gira en México entre octubre y noviembre de 2009. La Hermana Glenda dedica sus vacaciones a estos viajes por el mundo, ya que tiene otras obligaciones que la requieren también.
Actualmente, desde la «Fundación consuelen a mi pueblo» se dedica intensamente a la Evangelización de los Pueblos. En su música se refleja una hermosa síntesis de teología, psicología y espiritualidad, que tocan misteriosamente el corazón de los oyentes y lo llevan a un encuentro profundo con Dios.

Aparte de A Solas con Dios, otros éxitos de la Hermana Glenda incluyen una trilogía inspirada en el libro de los Salmos (Tengo sed de Ti, Con nostalgia de Ti y Para Ti toda mi música) y su nueva trilogía: Consolad a mi pueblo (dos volúmenes cantados y uno instrumental). Su más reciente colección es A Solas con María, un tributo a nuestra Madre Celestial.
En la actualidad, la Hermana Glenda no cesa de componer canciones como cuando era niña: sola, delante de la Cruz, con una Biblia, su fe, y una guitarra entre las manos. Verdaderamente no le hace falta nada más para tocar nuestros corazones y transmitirnos el mensaje de Cristo de una forma limpia y directa.

Discografía de la Hermana Glenda:
En su amplia discografía podemos encontrar desde textos del Génesis hasta el Apocalipsis. El don que Dios le ha dado opara componer y cantar, le permite expresar en sus canciones una verdadera síntesis entre razón, espiritualidad y fe.

Discografía
· Orar con María (2009)
· ¿Quién podrá sanarme? Orar con San Juan de la Cruz (2009)
· Orar con el corazón (2008)
· Me amó y se entregó por mí (2008)
· Hermana Glenda Live (2008) – Grabado en vivo durante el concierto en República Dominicana.
· Lo mejor de la Hermana Glenda – Incluye DVD (2005) – (Editado sin autorización expresa de la Hermana Glenda)
· A solas con María (2004)
· A solas con María – Acústico (2004)
· A solas con María – Instrumental – Pequeña Suite (2004)
· Consolad a mi Pueblo – Instrumental (2003)
· Consolad a mi Pueblo – Volumen 2 (2003)
· Consolad a mi Pueblo – Volumen 1 (2003)
· Para ti toda mi alegría – Instrumental
· Con nostalgia de ti – Acústico (2000)
· Tengo sed de ti (2000)
· A solas con Dios – Incluye Track Multimedia con acordes y aplicaciones Pastorales (1998)
A partir de las tres producciones de 2008, los trabajos de la Hermana Glenda se realizan bajo la producción de la Fundación Consuelen a Mi Pueblo, que volverá a editar todas sus canciones.

Colaboraciones musicales
· Así eres tu – Sencillo a dúo con Fray Nacho incluido en el CD Confía de Fray Nacho (2004).

Dios te consuelo – Hna Glenda

Quien ha encontrado a un amigo – Hermana Glenda

Quien pierde su vida la Encuentra – Hermana Glenda

Sufro – Hermana Glenda

Yo Creo En Tu Resurrecciòn – Hermana Glenda

Todo es Viento – Hermana Glenda

Dios está aquí




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