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El gobierno de Rajoy

Es ya una realidad, el nuevo presidente de España, Mariano Rajoy, tiene su primer gobierno listo para trabajar, tras arrasar en las elecciones generales a los socialistas. Ésos que han dejado España como un patatal. Por primera vez en ocho años, hay un gobierno integrado por personas muy competentes, con probada solvencia profesional, gran capacidad de trabajo y una preparación a la altura de los retos que se deben afrontar.
Los retos, porque son muchos y variados, van a determinar cómo será España en los próximos años, y si está entre los grandes países avanzados o se queda en el vagón de cola. El gobierno de Rajoy ha empezado con un golpe de autoridad de su presidente, que ha sabido manejar los tiempos, los nombramientos y las primeras decisiones. La elección de sus ministros ha suscitado consenso general porque son personas preparadas que encajan en el perfil que se necesita para esos ministerios.

Por supuesto, la gran apuesta de Mariano Rajoy es su fiel colaboradora durante todos estos años, Soraya Sáenz de Santamaría, no podía ser de otra manera después de que ella se haya ganado a pulso, con trabajo, rigor, inteligencia y buen hacer, la confianza plena del presidente y el respeto del resto de compañeros en el partido. Soraya Sáenz de Santamaría es el baluarte de este gobierno de Rajoy, su mano derecha, y es uno de sus primeros y grandes aciertos. Porque ella es una profesional que ha recorrido una trayectoria impecable a base de trabajo duro y tiene cualidades que complementan perfectamente a Mariano Rajoy. Ella tendrá que coordinar todos los ministerios del gobierno y realizar tareas fundamentales, como la supervisión y control del CNI, la preparación de los Consejos de Ministros y la comunicación gubernamental como portavoz. También será la encargada de las relaciones con las Cortes.
En concreto, uno de sus mayores retos será convertir el CNI (el Centro Nacional de Inteligencia) en un organismo que aproveche al máximo las capacidades actuales en materia de inteligencia para lograr objetivos como una mayor competitividad de la economía española internacionalmente, más seguridad interior y exterior, mayor calidad en los análisis de inteligencia que hagan posible tomar decisiones eficaces en ámbitos militares, económicos y de seguridad. Lograr todo esto significa reformar y renovar el CNI en los estamentos que sean necesarios y dotarlo de mayor flexibilidad, alcance, presupuesto y competencias. Con ser importantes todos estos cambios, lo son aún más esas reformas que necesita el CNI, que no pueden ser comentadas públicamente y que deben ser tratadas en estricto secreto para que funcionen.

Otro de los ministros esenciales es Cristóbal Montoro, que será el responsable de Hacienda y de cuadrar las cuentas del estado; su papel de interlocución con las comunidades autónomas va a ser decisivo, amén de cumplir con la rebaja del déficit público del conjunto de las administraciones al 4,4 % del PIB en 2012.
Fátima Báñez, ministra de empleo, otra trabajadora incansable, como Soraya, tendrá uno de los retos más difíciles, gestionar la reforma laboral con el objetivo de crear empleo, que es el gran compromiso de este gobierno. Ella será la encargada de escuchar las propuestas de los agentes sociales y elaborar un nuevo proyecto de reforma laboral. Una de sus prioridades será la de replantear la negociación colectiva al ámbito territorial o sectorial para asegurar la competitividad e impulsar la resolución extrajudicial de los conflictos. Además, Báñez tendrá que afrontar la supresión de las prejubilaciones (un tema del que se ha abusado mucho en España), salvo en circunstancias excepcionales, limitar la prestación por desempleo en los últimos años de la vida laboral y en general, y fomentar la compatibilidad entre el cobro parcial de una pensión y la continuidad en el mercado laboral.
Luis de Guindos dirigirá el Ministerio de Economía y Competitividad, con el tema urgente de la reforma del sector financiero y el impulso de la actividad económica en España, entre sus prioridades, así como el cambio del sistema de supervisión y regulación del Banco de España para hacerlo más ágil y técnico. Él tendrá las competencias de un tema clave como es la I+D+I.

Una de las decisiones acertadas en estos nombramientos ha sido la de José Manuel Soria como responsable del ministerio de Turismo y energía, y que tendrá que dinamizar y fortalecer tres de los que deben ser pilares de la economía española: el turismo, las exportaciones y la energía, en la cual tendrá que abordar una reforma sustancial, con el controvertido tema del sistema eléctrico. Precisamente en el sector de la energía, tendrá su reto inmediato en la revisión del recibo de la luz en enero, que se presenta como una primera decisión clave para atajar el déficit de tarifa. En temas de industria, Soria deberá afrontar los planes de fomento y apoyo financiero de los sectores estratégicos industriales, como son automoción, aeronáutico, azulejo, siderurgia, etc, y de reindustrialización.
José Manuel García Margallo, que reúne experiencia y conocimientos, llevará las riendas del Ministerio de Asuntos Exteriores con varios retos en el horizonte: impulsar la acción exterior para aumentar la presencia comercial y empresarial española en el mundo, fortalecer las relaciones con la Unión Europea y colocar a España en el grupo fuerte de la zona euro, donde se toman las decisiones importantes. También deberá levantar la losa que le dejan los socialistas, con una política exterior que da pena, y aumentar la influencia y el prestigio de España en el mundo, en particular en Estados Unidos, la Unión Europea e Iberoamérica. Como reto inmediato tiene la gestión del secuestro de los cuatro cooperantes españoles en Tinduf (Argelia) y Kenia, después de más de dos meses de cautiverio.

Miguel Arias Cañete, al mando de Agricultura y Pesca, deberá negociar las cuotas pesqueras agrícolas en Bruselas y se las verá con sus colegas europeos para mantener el cheque agrícola de 7.500 millones de euros que España recibe al año. Otros de sus desafíos ineludibles serán la propuesta de reforma de la Política Agraria Común (PAC) a partir de 2013 y la búsqueda de alianzas en Europa. Además, también deberá reorganizar el ministerio y buscar el equilibrio en la cadena agroalimentaria, consensuar un nuevo Plan Hidrológico Nacional y afrontar la reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC), buscando el restablecimiento del acuerdo con Marruecos, tras el veto de la Eurocámara, que sacó de aguas marroquíes a unos 70 barcos españoles. Amén de decidir acerca del futuro almacén de residuos nucleares de alta radiactividad, un tema peliagudo pendiente. Vamos, que trabajo no le va a faltar a Cañete.
Ana Pastor, en Fomento, deberá conseguir buenas infraestructuras con un presupuesto más ajustado. Sus tareas inmediatas se centrarán en la privatización de Aena y la salida al gran stock de viviendas sin vender que hay en España, y que es un lastre económico importante. También la elaboración con las Comunidades Autónomas de un nuevo Plan Estatal de Vivienda y afrontar la adecuación del actual Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT), así como el desarrollo de la alta velocidad ferroviaria (la unión de Galicia con la Meseta, el tramo Valladolid-León, el Puerto de Pajares y la Y Vasca), que es una de las joyas de la modernización española y algo a potenciar; Y antes de que acabe 2011 se deben aprobar las tarifas de las autopistas de peaje y las propuestas tarifarias para ferrocarril de larga distancia, AVE y Cercanías. Por último, tendrá el reto de incrementar el proceso de intermodalidad del transporte, uniendo el ferrocarril con los puertos.

Ana Mato, ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que ha sido otra de las leales a Mariano Rajoy y muy importante en la estrategia de éxito electoral gracias a su excelente capacidad, necesitará afrontar los desafíos del sistema sanitario español, entre ellos el gasto, garantizar su sostenibilidad y gestionar la ley de Dependencia. En materia de Igualdad, el objetivo será reducir las cifras de víctimas de la violencia y consolidar la igualdad entre hombres y mujeres. Por descontado que deberá estudiar o realizar reformas en la implantación de tasas en servicios sanitarios, la exclusión de parados o inmigrantes, la no atención a pacientes de otras comunidades autónomas, la deuda sanitaria, la ley del aborto, del matrimonio homosexual o la ley del tabaco. Son temas abiertos en los que se necesita una profunda reflexión y adoptar medidas en línea con una sociedad moderna, pero con valores definidos.
A Jose Ignacio Wert le corresponderán temas esenciales, como poner en marcha la necesaria reforma educativa que prepare a los españoles para el nuevo mundo en el que vivimos y la ley antipiratería, gestionar las elevadas cifras de fracaso escolar, modificar la LOE de 2006, y cumplir el compromiso de Rajoy de implantar un Bachillerato de tres cursos, así como la consolidación del Espacio Europeo de Educación Superior, los campus de excelencia internacional y un nuevo modelo de financiación más efectivo. En cuanto a temas de Cultura, Wert tendrá que desarrollar el reglamento de la Ley Sinde y reformar la ley de Propiedad Intelectual, una iniciativa del PP. La protección adecuada de la tauromaquia en todo el territorio nacional se presenta también como un tema pendiente. Y en Deportes, tendrá pendiente una ley del Deporte Profesional, con fórmulas de financiación que lo hagan competitivo, eficiente y viable. En el aspecto estrictamente competitivo, los retos inmediatos serán la próxima Eurocopa de fútbol, los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, la organización por España del Mundial de Balonmano de 2013 y el de Baloncesto de 2014.
Pedro Morenés, a cargo del Ministerio de defensa, tendrá entre sus tareas el cumplimiento leal de las obligaciones internacionales de España en materia de despliegues militares, muy especialmente la misión en Afganistán, gestionar el despliegue del escudo antimisiles en Rota (Cádiz) en coordinación con Estados Unidos y la OTAN, modernizar el equipamiento de las tropas, potenciar las unidades especiales, modificar la Estrategia Española de Seguridad, reformar la Ley de Carrera Militar, aplicar la ley de deberes y derechos de las Fuerzas Armadas, decidir sobre la nueva ley de régimen disciplinario, y gestionar un ministerio con una abultada deuda de 28 mil millones.

Alberto Ruiz Gallarón, al frente de Justicia, tendrá que modernizar todo el sistema de justicia español, haciéndolo más ágil y equitativo, así como consensuar el procedimiento para la elección de los órganos judiciales. La Ley de Enjuiciamiento Criminal y la renovación del Tribunal Constitucional son retos para esta nueva etapa, al igual que mejorar el trabajo judicial, un endurecimiento del Código Penal para algunos delitos y la cadena perpetua revisable.
Jorge Fernández, en Interior, tendrá el reto de acabar definitivamente con ETA, luchar contra los grupos del crimen organizado que campan por España, y liquidar las células de Al Qaeda. Otros temas sensibles serán la política penitenciaria y el tratamiento de los presos etarras, así como la cooperación internacional en materia de terrorismo, inmigración ilegal, tráfico de drogas y la prevención de los delitos en internet.
El gobierno de Rajoy tiene estos y otros muchos retos, entre ellos el más importante, sacar a España de la crisis y hacerlo crecer económicamente para generar empleo y oportunidades. Estos nombramientos y primeras decisiones, son esperanzadoras e ilusionantes. Cabe esperar trabajo duro y leal para que este gobierno y su presidente tengan éxito en la misión que ahora empiezan.
Mariano Rajoy es un presidente coherente y preparado, que ha sabido vencer los obstáculos hasta ahora, con un gobierno solvente y sólido, ahora sólo queda esperar los resultados de una acción de gobierno transparente, cercana al ciudadano, y una gestión profesional y rigurosa que inyecte confianza a todos los niveles e impulse las reformas que España necesita más pronto que tarde.




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