No digan que no. Muchas veces todos hemos visto lo que leen los demás y nos decimos: este tío (o tía) tiene el gusto en el culo. Que es la forma ordinaria de expresar qué mal gusto tiene.
En cuestión de lecturas, es necesario leer mucho y de todo para cultivar un buen gusto literario. Los buenos libros, los malos, los regulares y los de aquella manera, son necesarios para desarrollar un buen olfato literario. Por eso defiendo que los lectores principiantes, cuando son jóvenes, deben leer de todo. Libro que se echan a la cara, libro que hay que leer. Libro que destaca, a la mochila. Libro que nos gusta, a comprarlo sin pérdida de tiempo.
Un buen lector ha leído de todo a lo largo de su vida, sin prejuicios, con altura de miras y mentalidad abierta. Un lector joven debe experimentar y probar todos los géneros literarios antes de decantarse por su estilo favorito.
Un lector maduro ya es otro cantar. Si a esas alturas de la edad, con las lecturas que lleva a la espalda, no sabe qué demonios leer o qué es lo que le gusta más, tiene un problema que ríase usted de los que llamaban a Houston.
El gusto de los lectores se cultiva mediante un amplio abanico de lecturas, y prescindir de ellas es como prescindir de probar diferentes alimentos en el menú diario. Por no mencionar que con la variedad literaria también crece el gusto y hay un momento para cada lectura.
En cuestión de libros, más es más. Más gusto literario, más capacidad de selección y más criterio. Hágame caso, cultive su gusto por los libros, y tendrá una vida más feliz y completa.