El Congreso de los Estados Unidos siempre ha sido un reflejo de la sociedad norteamericana. En la 113ra Legislatura, que comenzó sus sesiones el 3 de enero, lo es aún más y cuenta con la presencia destacada de 31 legisladores hispanos, incluyendo por primera vez a tres en el Senado. Por delante tienen batallas decisivas para el país, como la reforma migratoria y el límite del endeudamiento público. El nuevo Congreso tiene el mismo equilibrio de poder que el anterior: los demócratas controlan el Senado y los republicanos la Cámara de Representantes.
Los 31 legisladores hispanos son 24 demócratas y 7 republicanos, y superan a los 26 (dos en el Senado) presentes en el anterior periodo legislativo bianual. El republicano Ted Cruz hizo historia el 6 de noviembre al convertirse en el primer hispano en representar a Texas en el Senado, donde se reunirá con otros dos cubano-estadounidenses: su correligionario Marco Rubio por Florida y el demócrata Bob Menéndez, quien obtuvo su primera reelección por New Jersey.

El grupo de elegidos por primera vez está conformado por los demócratas Joaquín Castro —exlegislador estatal— y el abogado Filemón Vela (ambos por Texas); el exconcejal de Los Angeles Tony Cárdenas, y los exsenadores estatales Gloria Negrete McLeod y Juan Vargas (por California), y la excomisionada del condado Bernalillo, Michelle Lujan Grisham, en Nuevo México. Los también demócratas Joe García en Florida, Pete Gallego en Texas y el médico Raúl Ruiz en California llegaron por primera vez a la cámara baja con victorias sobre sus contendientes republicanos. Los demócratas reelegidos son Lucille Roybal-Allard, Grace Flores Napolitano, Xavier Becerra, Loretta y Linda Sánchez (California), Raúl Grijalva y Ed Pastor (por Arizona), Luis Gutiérrez (Illinois), Albio Sires en Nueva Jersey, Ben Ray Luján en Nuevo México, Rubén Hinojosa y Henry Cuéllar (ambos en Texas), y los neoyorquinos Nydia Velásquez y José Serrano.
Los republicanos reelegidos son Raúl Labrador (Idaho), Bill Flores (Texas), Jaime Herrera Beutler (Washington), Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart (ambos por Florida).
De todo ellos depende ahora la representación hispana en el Congreso federal y que sepan trasladar a las cámaras los intereses vitales y las necesidades de nuestra comunidad. Las urnas volverán a dictaminar en un futuro quién se hace digno de los escaños en el Senado y la Cámara de Representantes.
La nueva legislatura está llena de desafíos en la que los hispanos tendrán una voz importante.