Cada vez son más los hispanos por Trump, los que lo votaron en 2016 y los que lo votarán en 2020. Los demócratas están que trinan porque uno de los sectores sociales a los que consideraban suyo, como un voto cautivo, pese a que nunca hicieron nada positivo para esta comunidad, se pasa a votar republicano.
Pero llegó Trump y revolucionó el país y la tendencia de voto. En estos dos años y medio la economía impulsada por el presidente ha beneficiado a los hispanos de forma extraordinaria. No son vanas promesas demócratas, como siempre, son realidades republicanas conservadoras trumpianas, las que han elevado todos los indicadores que favorecen a la comunidad hispana.
Veamos algunos ejemplos: la propiedad de viviendas y el nivel de ingresos está aumentando rápidamente entre los hispanos, que son dos de los datos que mejor reflejan su nuevo nivel de riqueza y de prosperidad. Mientras los medios progres y el Partido Demócrata alimentan la fantasía de que las políticas “America First” del presidente Trump, son perjudiciales para los hispanos, la realidad les contradice y les deja como bobos manipuladores porque es todo lo contrario. Estudios recientes demuestran que, por tercer año consecutivo, el crecimiento de los ingresos de los hispanos y la participación en los lugares de trabajo han aumentado de manera constante. En palabras llanas, al igual que sucede en el resto del país, las tendencias económicas para los hispanos son mejores bajo Trump que bajo cualquier otro presidente demócrata o republicano. Tal cual. No es extraño, pues, que más y más hispanos, se muestren favorables a reelegir al presidente.
Las proyecciones económicas de la riqueza hispana reflejan que para dentro de los próximos cinco años, bajo las políticas de Trump, el ingreso medio hispano se triplicará. Ha leído bien, no es que le falle la vista y se esté quedando bisojo: ¡Tres veces más!
Y hay más buenas noticias con las tendencias positivas que afectan a nuestra comunidad de dinámicos hispanos: Por cuarto año consecutivo, los hispanos aumentaron su tasa de propiedad de la vivienda, alcanzando una tasa de 47.1%. En 2018, los latinos añadieron 362.000 propietarios, que es el número más alto añadido desde 2005. En 2017, los hispanos vieron su tercer año consecutivo de crecimiento de ingresos y el más alto de todos los grupos demográficos. La ficción de la izquierda progre se cae. Trump está beneficiando a los hispanos de forma clara.

Entre 2016 y 2017, los hispanos aumentaron su ingreso medio real en un 3.7%. Las familias hispanas que ganan un ingreso anual de más de 200.000 dólares aumentaron de 2.1% en 2011 a 3.8% en 2017. La varita mágica de Trump haciendo de las suyas.
Por otra parte, los niveles de pobreza alcanzaron un mínimo histórico entre los hispanos, que se han reducido durante tres años consecutivos. Con una tasa de pobreza del 18.3% en 2017, los hispanos alcanzaron su nivel más bajo desde que los cálculos de pobreza para hispanos fueron publicados por primera vez por la Oficina del Censo de los Estados Unidos en 1972.
El milagro económico propiciado por Trump no discrimina entre razas y está beneficiando a todos los grupos, con especial incidencia entre los hispanos. De hecho, los hispanos tienen una tasa de participación laboral significativamente más alta que la de la población general, con un 66.1% en comparación con el 62.9%. La tasa de desempleo de los hispanos se redujo en más de siete puntos porcentuales entre 2009 y 2018, de 12.1% a 4.7%.
Si estos datos continúan positivos y las tendencias se confirman, como así parece a la vista de las políticas de Trump, a los demócratas y a los medios progres de izquierda les será muy difícil mantener la mentira de que el presidente perjudica a los hispanos y, por tanto, convencerlos de que no lo voten en 2020.
Las últimas proyecciones de voto confirman una subida histórica del voto hispano para Trump, que lo ayudará de forma esencial a lograr un landslide masivo y una vitoria aplastante.