En el entorno actual que nos movemos, dominado por la crisis en muchos países, pero con grandes oportunidades de negocio en otros, la clave sigue siendo dónde invertir el capital.
Lo primero que hay que saber y asumir es que la inversión debe actualizarse con periodicidad, seleccionando el segmento donde pondremos nuestro dinero. En un mercado global y cambiante como el actual, esto es más necesario que nunca para beneficiarse de las oportunidades que surgen en cualquier país o sector productivo.
De cara a 2011 y 2012 las grandes inversiones deben centrarse en las materias primas, en particular el oro, semillas, las compañías petroleras, mineras, farmacéuticas, mercados emergentes, pequeñas y medianas empresas, deuda local y bonos corporativos de alto rendimiento.

Por ejemplo, algunas grandes gestoras de fondos de inversión internacionales se centran en compañías mineras como BHP Billiton, Newcrest Mining, Freeport McMoran o Newmont Mining, petroleras como Royal Dutch Shell, Chevron, Anadarko o Schlumberger, farmacéuticas como Bayer, Roche o Novartis y compañías financieras. Las materias primas también son objeto de inversión de los grandes fondos globales, en las que invierten a través de fondos cotizados. En esta línea, el ETFS Physical Gold es el preferido por los gestores, que también invierten en fondos cotizados de commodities agrícolas. Nestlé también figura entre las inversiones de varias carteras internacionales.

Para 2011 las mejores expectativas en bolsa y otro tipo de mercados financieros están en Estados Unidos, Alemania, China, Brasil, Latinoamérica y el Caribe en general…
Las opciones para invertir actualmente son inmensas, pero la estrategia para posicionarse a corto o largo plazo y la flexibilidad de actuación son imprescindibles. Invertir en futuros sobre índices bursátiles o sobre dividendos de acciones son estrategias que rendirán buenos beneficios en 2011. Los bonos corporativos y las acciones de empresas sólidas, como General Motors, Apple, Chevron, Citigroup, Wells Fargo, Novartis, Microsoft, Google, Facebook, etc, son garantía de buenas rentabilidades.

Otro sector de inversión interesante es la deuda corporativa de los países emergentes, en los sectores de las materias primas y de los bonos de alto rendimiento. Como inversión garantizada y de futuro aparecen los bonos del Tesoro estadounidense. Y con opciones de crecimiento encontramos los bonos brasileños, mexicanos, turcos y polacos. Tampoco podemos olvidarnos de invertir en los sectores energéticos que seguirán creciendo, por ejemplo en Anadarko Petroleum y Schlumberger, materias primas (Freeport McMoran y Newmont Mining), bienes de consumo perecedero (Nestlé); en farmacéuticas, biotecnología y telefonía móvil, así como en pequeñas empresas tecnológicas o las enfocadas a la cultura en general, que tendrán un crecimiento espectacular, con muy buenos beneficios.
Son sólo unas pocas muestras del amplio abanico de inversión que se presenta para el inversor ágil que desee aprovechar las oportunidades de un mundo en constante cambio que puede favorecer a los más audaces.