La vorágine de acontecimientos no da tregua al presidente Trump, que deberá tomar decisiones importantes que afectarán con seguridad a sus expectativas de reelección en 2020.
Son decisiones en el ámbito de la política nacional e internacional, y no todas tendrán el mismo peso e influencia. Repasemos algunas de las más importantes:
El Muro en la frontera. Si los trabajos de construcción continúan y más millas son aseguradas, los ciudadanos sentiremos que está cumpliendo con una de sus promesas de campaña.
El conflicto con Irán. El presidente debe decidir si aumenta la presencia militar en Oriente Medio y hasta qué punto vamos a presionar al régimen islamista de los ayatollahs. La amenaza iraní sobre los petroleros que cruzan el  Estrecho de Ormuz, hacen necesario nuevos planes de contingencia por si la situación se deteriora más. Disuasión y defensa son las dos líneas de actuación presidencial.
La elección de nuevo secretario de prensa, tras la marcha de Sarah Huckabee Sanders, representa un punto decisivo en la agenda presidencial, en tanto que la proyección hacia los medios de comunicación y las relaciones con la prensa constituyen un frente de lucha importante que influye directamente en la intención de voto.
La política de la Reserva Federal es otro objetivo de Trump, que presiona abiertamente para que la FED recorte los tipos de interés. En esta área, Trump no decide directamente, pero influye mucho.
Donde sí decide es en la negociación con China para firmar el nuevo acuerdo comercial. Trump ha hecho de la policía comercial un arte, con el uso de los aranceles y una negociación bilateral dura y sin concesiones. No se trata sólo de un arma electoral, sino de una prioridad de esta Administración para colocar los intereses de Estados Unidos en primer lugar.
La política energética de Trump desafía a los países de la OPEP, con un incremento de la producción de petróleo, y la independencia energética alcanzada cambia todo el panorama geoestratégico. Las decisiones en esta área pasan por apoyar los esfuerzos de diversificación energética de aliados sólidos como Polonia, asegurar los gasoductos nacionales, y adoptar sanciones contra el proyecto de gasoducto de gas natural Nord Stream 2 de Rusia y Alemania, que proyecta el control ruso sobre Europa, entre otras.

La campaña de reelección para 2020 se acelera y Trump deberá tomar decisiones importantes sobre los estados claves que trabajará con más mítines electorales y giras en persona para atraer un voto diverso y transversal. Los escenarios de Michigan, Wisconsin, Florida, Pennsylvania, New Mexico y Ohio se presentan como decisivos. Pero están surgiendo nuevos estados en disputa que pueden influir en el resultado final.
Decisiones sobre Venezuela y Cuba. Trump puede hacer caer el régimen de Maduro en cuanto adopte la decisión al respecto, que está supeditada a los esfuerzos del presidente Juan Guaidó. El embargo petrolero decretado por Trump está funcionando y podría derrumbar el régimen. Nuevas decisiones en camino allanarán el cambio.
Decisiones sobre salud nacional. Trump está trabajando con su equipo más cercano en un plan de salud nacional que sustituirá por completo el Obamacare y garantizará un acceso a la sanidad de calidad y a menor corte.
Decisiones sobre aranceles a Europa en el caso de que no llegar a acuerdos más justos. Por ejemplo, los aranceles al vino francés y europeo, o a los coches europeos, que impactaría sobre todo en Alemania.
Las decisiones sobre defensa, seguridad y economía marcarán los próximos meses de Trump en la Casa Blanca, y del éxito de las mismas va a depende el resultado de las elecciones en noviembre de 2020. La victoria electoral no se juega tanto en los medios de comunicación, sino en parte en las decisiones que el presidente Trump tome de aquí a entonces.