Las múltiples opciones de ocio y aprendizaje que existen actualmente, han relegado a la que es la actividad con más historia: la lectura. Desde siempre, leer ha sido la llave que da acceso al conocimiento y a momentos de diversión y placer.
La lectura es uno de esos hábitos saludables que todo el mundo debería tener y practicar cada día, sin excusas ni restricciones, sin obligaciones ni condicionantes de ningún tipo. Leer nos abre las puertas y ventanas a otros mundos y personas, experiencias y acontecimientos.
Ante la presión de formas de entretenimiento más modernas, como los videojuegos, el cine o las redes sociales, la lectura resiste como puede esta avalancha de competencia. Y lo hace con sus mejores armas: la imaginación y la calidad, la capacidad de enseñar y de deleitar durante más tiempo y con más intensidad.
La lectura es esa experiencia magnífica y enriquecedora que debemos tener al alcance de la mano con libros que despierten nuestra curiosidad y pasión, capaces de agarrarnos con fuerza a través de sus palabras y transportarnos libres a través de otros ojos y miradas, de otros mundos y sensaciones.
La lectura despierta el amor por los libros y las historias que nos cuentan. Se alimenta a sí misma para aumentar el amor por la lectura y convertirnos en ávidos lectores y cazadores de libros que esconden universos y personajes que nos hacen soñar.
En esta sociedad actual, tan desencantada y descreída, tan perdida entre formas de entretenimiento que aportan poco al intelecto y escasa calidad, encontramos en la lectura nuestra gran aliada, como siempre lo ha sido. Descubrir libros, enamorarse de las historias que encierran, leer sus páginas, aprender, apasionarse… Leer es vida. Ponga lectura en su día a día, y tendrá más vida.