No hay nadie como Donald Trump para detectar los desafíos que Estados Unidos tiene por delante. Uno de ellos es, sin duda, la reconstrucción de las Fuerzas Armadas, que han sido diezmadas por las políticas de la Administración Biden y su insensato apoyo a la guerra en Ucrania.
De cara a su segundo mandato presidencial, Trump ha propuesto un plan para reconstruir las Fuerzas Armadas, abordar la crisis de reclutamiento y restaurar la orgullosa cultura y el honor militar de los Estados Unidos, ahora gravemente deteriorados. Para ello, el primer día de su nuevo mandato presidencial, Trump recuperará su exitosa política exterior basada en la plataforma America First para llevar la paz y la estabilidad a Europa del Este.
Además, solicitará a la Unión Europea que reembolse a Estados Unidos el coste de reconstruir las reservas enviadas a Ucrania, lo que ya deberían estar haciendo ahora. Es un hecho que hemos gastado casi 200.000 millones de dólares para ayudar a Ucrania, una cifra que sigue aumentando, y Europa ha gastado sólo una pequeña fracción de esa cantidad. Es necesario recordar que hace menos de tres años que Trump reconstruyó por completo el ejército de los Estados Unidos y llevó al país a un liderazgo global fuerte y sólido. Era la denominada paz a través de la fuerza militar.

La realidad hoy es que, tres años después, nuestros arsenales están vacíos, las reservas están vacías, el Tesoro está agotado, las filas de soldados se reducen, se inculca a los soldados una cultura “woke” absurda y demencial, Estados Unidos ha sido humillado y tenemos un presidente corrupto, Joe Biden, que nos está arrastrando a la Tercera Guerra Mundial sin que haya verdaderas razones que lo justifiquen. Esta guerra jamás se hubiera producido con Trump en la Casa Blanca y con él de regreso acabará pronto. Su política de defensa es la única que puede traernos de nuevo liderazgo militar, paz y estabilidad internacional, al tiempo que priorizamos los intereses reales de Estados Unidos. Trump propone analizar detenidamente las adquisiciones de defensa y nuestra base industrial de defensa, porque se ha reducido considerablemente. Dado todo el dinero que gasta el Pentágono, es inaceptable que nos quedemos sin municiones, que no podamos producir rápidamente las armas necesarias o no haya suficientes soldados porque falla el reclutamiento y la Administración Biden ha impuesto una purga ideológica.
Trump restaurará la orgullosa cultura militar de los Estados Unidos y honrará de nuevo las tradiciones de las Fuerzas Armadas, no se permitirá el marxismo, el comunismo, y nos desharemos de la cultura “woke” como la basura que es.