Sábado, 26 de octubre. El presidente Trump da luz verde a la misión para capturar o matar a Abu Bakr al-Baghdadi, líder del Estado Islámico. Comandos de fuerzas especiales de la Delta Force del ejército, el Regimiento 75th de los Rangers, el Regimiento de Aviación de Operaciones Especiales 160th (Night Stalkers), y perros militares adiestrados, coordinados todos con los servicios de inteligencia estadounidenses, atacan el objetivo en Barisha, provincia siria de Idlib, tras varias semanas de investigación y preparación.
Helicópteros, aviones y drones participan en la operación para asediar el cónclave terrorista. Durante la acción, mueren destacados líderes de Al Qaeda y del ISIS. Por último, Abu Bakr al-Baghdadi, asediado por un perro de las fuerzas especiales y comandos que lo persiguen por un túnel, hizo estallar el cinturón bomba que lleva, matándose a sí mismo y a sus tres hijos pequeños.
Trump liquida así la cúpula del Estado Islámico y se apunta una de las victorias más importantes en política exterior y contra el terrorismo. En tres años ha logrado destruir el Califato, ha derrotado al Estado Islámico y eliminado a sus líderes más importantes.
Con cualquier otro presidente, los medios de comunicación estarían como veinte años o más dando publicidad a estos logros históricos y ensalzando la figura del presidente que lo ha hecho posible. Como se trata de Trump, al que la mayoría de los medios progres odian, no le dedicarán más de un día o dos.
Sin embargo, el éxito indiscutible de Trump ya queda para la Historia y para siempre. Los ciudadanos estadounidenses lo recordarán como parte importante de su primera y exitosa presidencia. Con este golpe al integrismo islámico, Trump ha reforzado sus opciones para la reelección en 2020, convirtiéndose en un candidato invencible que logra todos los propósitos y objetivos marcados al inicio de la presidencia.

Para dejar testimonio de este momento excepcional, queda la foto oficial de Shealah Craighead, en la que aparece el presidente Donald Trump con el vicepresidente Mike Pence, el asesor de seguridad nacional Robert O’Brien, el Secretario de Defensa Mark Esper y el Presidente del Estado Mayor Conjunto, el General del Ejército de los Estados Unidos Mark A. Milley, y el Brigada General Marcus Evans, Director Adjunto de Operaciones Especiales en el Estado Mayor Conjunto, el sábado 26 de octubre de 2019, en la Sala de Situación de la Casa Blanca, mientras monitorean a medida que las fuerzas de Operaciones Especiales desarrollan la misión para matar o capturar al terrorista Abu Bakr al-Baghdadi y su cúpula del Estado Islámico.
Pocas palabras son tan certeras y descriptivas como las pronunciadas por Trump en la conferencia de prensa para confirmar la muerte del terrorista Abu Bakr al-Baghdadi:
“Murió como un cobarde”. “Murió después de meterse en un túnel sin salida, sollozando, lloriqueando y gritando hasta el final”.
“El mundo es ahora un mundo más seguro”.
2019 ha sido un año decisivo en la lucha contra el ISIS. Primero derrotamos y destruimos el Califato y ahora a su líder máximo.