La felicidad es una de las claves para tener una vida larga y saludable. Investigaciones científicas han demostrado que si eres feliz y lo sabes, tus posibilidades de tener una larga vida son más altas.
Las personas más felices tienen un 35% menos de probabilidades de morir en los próximos cinco años que aquellos que son menos alegres. Los investigadores que han trabajado en este tema, sostienen que se deben hacer esfuerzos para promover la felicidad en las personas mayores, con especial atención a una adecuada atención sanitaria, a las finanzas y a un mayor apoyo social.
De forma paralela otros investigadores científicos han demostrado que el estrés puede ser enormemente dañino para la salud física o mental a todas las edades, incluso mortal.
Alejarse de situaciones estresantes, buscar el equilibrio emocional y la felicidad, son elementos importantes para obtener una vida más longeva, plena y satisfactoria.
Sin embargo, la búsqueda de la felicidad se ha convertido hoy en día en un elemento estresante, que se vuelve en contra de las personas porque no saben gestionar esa búsqueda y tienden a basar la misma en cosas materiales o anhelos que realmente carecen de importancia o no son vitales para alcanzar la auténtica felicidad.
Aprender a buscar la felicidad y disfrutar de ésta de forma dichosa y enriquecedora son claves para obtener una vida larga, serena y plena. No hay modelos de felicidad válidos para todo el mundo. Cada persona tiene su particular modo de ser feliz. Encontrar ese modo, reconocerlo y cultivarlo es el camino seguro hacia la anhelada felicidad. ¿Qué se requiere? Sinceridad con uno mismo y con los demás, autenticidad, humildad, honestidad, saber apreciar aquellos detalles que nos hacen felices y desarrollar una actitud equilibrada y de aprendizaje a lo largo de los años. Lleva tiempo construir la auténtica felicidad, pero conseguirlo implica disponer de un refugio emocional desde el que vivir la vida plenamente.