La Zoological Society de London (Sociedad Zoológica de Londres) ha hecho público un informe sobre las especies y los animales que posiblemente se extinguirán este año 2017. Una tragedia evitable si los seres humanos no fuesen tan egoístas y poco respetuosos con la naturaleza.
En esta lista encontramos a especies en grave riesgo de extinción que son verdaderas joyas biológicas, tales como el guepardo, del que hoy quedan sólo 7.100 ejemplares en libertad. En 1975, había el doble y lo escandaloso es que los expertos vaticinan que se reducirán a razón del 53% en los próximos quince años. Hay que ser muy imbécil para saber esto y no evitarlo. Pues así nos va en el planeta. Uno de los animales más bellos a punto de desaparecer en muchos lugares donde todavía viven. Las leyes no los protegerán de los cazadores furtivos, sólo medidas más drásticas pueden acabar con el problema. Actualmente, las mayores concentraciones de guepardos se encuentran en África del sur, aunque se prevé que todos los que aún quedan en Nigeria y en Zimbabwe podrían desaparecer este mismo año. En Irán, otro de los focos mundiales tradicionales de guepardos, ya quedan menos de medio centenar.
Otra especie en grave riesgo de desaparecer son los rinocerontes blancos del norte. Sólo quedan tres ejemplares: dos hembras y un macho. Actualmente, están siendo cuidados por la Ol Pejeta Conservacy de Kenya. Esta especie ha sido devastada en las últimas décadas de una manera muy rápida. En 1960, más de 2.000 rinocerontes blancos del norte ocupaban la Tierra. Pero los cazadores furtivos los han diezmado por completo.

El pangolín también forma parte de esta lista “lista roja”. Un mamífero placentario de la familia de los mánidos llenos de escamas, largo y de simpático rostro. Se alimentan de hormigas y termitas, que atrapan con su larga lengua y son originarios de algunas regiones de Asia. Antiguamente, había varias familias asentados en China, India, Filipinas o Malasia, idioma al que deben su nombre (Pangolín significa en malayo “el que se enrolla”). Lamentablemente, es muy posible que este animal se extinga antes de que la mayor parte de la población sepa incluso que ha existido. Tremendo.
De las vaquitas o marsopas, unos cetáceos que están catalogados como los más pequeños de su especie, parecidos a los delfines, sólo quedan 60 ejemplares, todos en el Golfo de California. Lo más dramático de todo es que, desde 1997 (¡en sólo 20 años!) han desaparecido el 92% de los que había. ¿Puede imaginar semejante incompetencia en conservar esta especie?
Entre los primates amenazados, encontramos al orangután de Borneo o Sumatra. De hecho el número de gorilas del Este (el primate más abundante del mundo) decreció hasta en un 70% en los últimos veinte años. Otra señal inconfundible de lo mal que hacemos las cosas para conservar especies de gran valor ecológico y que advierten de un futuro esquilmado de riqueza faunística a menos que tomemos medidas urgentes.