Browse By

Nuevo sistema de alertas antiterroristas (NTAS)

Uno de los factores que más influye en la efectividad de la política de seguridad nacional de Estados Unidos es la flexibilidad y capacidad de afrontar los nuevos retos que se plantean de una forma rápida, llevando a cabo los cambios con celeridad. La burocracia, la lentitud y la inercia de aquellos trabajadores que no desean ver importunado su estatus, son algunos de los grandes obstáculos a vencer por quienes apostamos decididamente por adaptar la política de seguridad nacional a los nuevos tiempos y a las exigencias de un mundo en constante cambio.
Cada batalla por reforzar la seguridad nacional, que rinde beneficios en términos de más prosperidad y seguridad para la sociedad en general, se libra igualmente en los campos de batalla y en los despachos en Estados Unidos. Una de esas batallas ha pasado desapercibida para la opinión pública, pero su alcance es determinante y su importancia decisiva para estructurar una política defensiva más eficaz.

Después de los ataques terroristas del 11/S inauguramos un sistema de alertas antiterroristas codificado en colores que ha servido más o menos eficazmente todos estos años, pero como todo, los cambios que han sobrevenido lo han dejado desfasado y necesitado de una reforma profunda para afrontar los nuevos desafíos. Hasta ahora las alertas respondían a esta clasificación: color verde para la alerta baja, azul para la alerta general, amarillo para la alerta elevada, naranja para alerta alta y rojo para máxima alerta. La experiencia nos ha demostrado que el sistema debía ser complementado con más información, hacerlo más dinámico y ajustado a la realidad, con avisos concretos y rápidos a la población.
El Homeland Security Department y los departamentos y agencias de Inteligencia encargados de esta área ponen a punto ahora un nuevo sistema de alertas antiterroristas (NTAS) mucho más avanzado y eficaz. Entre las novedades que incluirá está el recurso a dos de las redes sociales de más uso en todo el mundo: Facebook y Twitter, que contribuirán al sistema de alerta de cara a la población. Este nuevo sistema entró en vigor el 27 de abril y se ha contado para su creación con la cooperación de las autoridades estatales y local, así como de especialistas del sector privado.

El documento de 19 páginas que servirá de guía para el desarrollo de este sistema en ambas redes sociales establece el modo de actuación que se seguirá de forma genérica y que podemos resumir así:
· Se analiza y se contrasta la información de inteligencia recibida de múltiples fuentes.
· Una vez que el gobierno verifica que existen terroristas dentro del país o amenazas terroristas, el hecho se notificará al Congreso.
· Del Congreso se pasará la información a los funcionarios, policías, agentes de inteligencia y de lucha antiterrorista en los diferentes estados y ciudades.
· Después serán los gobernadores y alcaldes los que obtendrán la información.
· Finalmente, una nota informativa se hará llegar a los ciudadanos y el público en general a través de Facebook y Twitter.
· Las alertas en las redes sociales tendrán una caducidad una vez emitidas y luego se eliminarán.
Los comunicados a través de las redes sociales sólo se efectuarán en última instancia y después de que hayan sido notificadas a las autoridades competentes en materia de terrorismo.
El objetivo al recurrir a redes sociales tan populares como Facebook o Twitter, no es alarmar o extender el pánico sino informar puntualmente a la población de posibles amenazas para tomar precauciones y actuar con responsabilidad. Esto es positivo porque las redes sociales tienen la ventaja de llegar a millones de personas en todo el mundo de una forma instantánea, por lo que se convierten en un altavoz eficaz.
Si tenemos en cuenta que sólo en Estados Unidos Facebook tiene cerca de 150 millones de usuarios y Twitter más de 100, este mecanismo de alerta general antiterrorista puede ser la herramienta idónea de comunicación. Lo que estamos propiciando así es un salto de colaboración con la gente muy importante, que es uno de los objetivos de la seguridad nacional. El feedback sobre una nota de alerta antiterrorista y el boca a boca a través de las redes sociales, convertirán a este sistema en el más rápido que cualquier otro recurso.

El Homeland Security Department será el encargado de coordinar con otras entidades federales los avisos detallados al público cuando se tenga información sobre una amenaza terrorista verosímil. En esos avisos se hará un resumen conciso de la amenaza potencial, incluyendo la región geográfica, el medio de transporte o la infraestructura crucial potencialmente afectada por la amenaza. También se informará al público de las medidas adoptadas para velar por su seguridad y las recomendadas a personas, comunidades, empresas y gobiernos para evitar, mitigar o responder a dicha amenaza.
Uno de los grandes problemas de estos sistemas de alertas antiterroristas es precisamente su propio éxito, que pueden llegar a la población con eficacia, pero igualmente sirven como ventaja para los terroristas. La información, como herramienta de poder, igual sirve para que la población incremente su seguridad, pero también reduce la confidencialidad de las operaciones antiterroristas, como hemos podido comprobar en estos últimos años vigilando los movimientos de los terroristas, que mantenían a su vez vigilado el código de alertas. Equilibrar ambos aspectos es uno de los elementos claves para una completa eficacia, de ahí que muchos esfuerzos se hayan centrado en los procedimiento a seguir desde que se identifica un riesgo, una amenaza, una operación terrorista en marcha, pasando por cómo se actúa frente a estas amenazas terroristas y las distintas respuestas que tenemos a nuestro alcance. Los nuevos protocolos de seguridad son indudablemente los secretos mejor guardados (que comprenderán no les voy a desvelar aquí, por supuesto), y con seguridad son también los que nos van a permitir desactivar numerosos planes y ataques terroristas.

Las nuevas alarmas antiterroristas que se efectuarán vía Facebook y Twitter, entre otros canales, tendrán sólo dos niveles: amenaza elevada, que advierte de una amenaza terrorista verosímil contra Estados Unidos, y amenaza inminente, que identifica una amenaza terrorista verosímil, específica e inminente contra Estados Unidos, y se utilizarán en los casos más graves en los que se deberá hacer llegar la información a la ciudadanía. El resto de niveles de alerta serán de acceso restringido y confidencial para los agentes y autoridades antiterroristas.
Por amenaza elevada se entenderá una amenaza creíble de atentado terrorista contra la población, pero sin especificar cuándo y dónde exactamente. En estos casos se podrán dar algunas pistas y adoptar ciertas medidas extraordinarias, por ejemplo, insistir en los aeropuertos en que la gente tenga cuidado con los paquetes sospechosos o vigile los propios. Una alarma así podría mantenerse durante unos 30 días como norma general. La amenaza inminente, pensada para estar vigente unos 7 días, será mucho más concreta porque alertará de un atentado creíble y a punto de tener lugar contra un objetivo concreto.
Las alertas que sean emitidas por un período específico, vencerán automáticamente y se ampliarán en función de la información adicional que se obtenga o si se desarrolla una amenaza específica.
En cualquier caso, todas estas medidas son abiertas y flexibles, de forma que se completarán gradualmente, y hasta la alerta definitiva se seguirá un completo proceso con numerosos pasos intermedios para coordinar y compartir la inteligencia disponible entre las agencias, departamentos de seguridad y responsables antiterroristas. Por ejemplo, dependiendo del carácter de la amenaza, se enviarán los avisos a agencias de la ley, se incluirán a partes afectadas del sector privado o se emitirán avisos al público por canales oficiales y de medios y redes sociales. Además de la página web del Homeland Security Department, se recurrirá a las redes sociales Facebook y Twitter, anuncios y carteles en lugares visibles, como centros de transporte, aeropuertos y edificios del gobierno.
Otro de los objetivos del nuevo sistema es reducir significativamente la burocracia antiterrorista y hacer las alarmas mucho más concretas y eficaces, de manera que la anticipación y la prevención se produzcan antes del último minuto del ataque, y en caso necesario en ese minuto crucial, pero evitando a toda costa el ataque terrorista.




One thought on “Nuevo sistema de alertas antiterroristas (NTAS)”

Comments are closed.

Translate »