Con el 4 de julio, día de la Independencia, a la vista, es apropiado recuperar la iniciativa que ha lanzado Donald Trump denominada «Salute To America 250», que en esencia es una celebración de un año de duración del aniversario de los 250 años de la independencia estadounidense.
Con esta celebración, Trump se compromete a honrar la fundación de los Estados Unidos en 1776 a partir de 2026 con el estado de Iowa en el centro de la acción. Lo ha hecho de forma inequívoca en su declaración pública: “Dentro de tres años, Estados Unidos celebrará el hito más grande e importante en la historia de nuestro país: 250 años de la independencia estadounidense. Es por eso que, como nación, deberíamos prepararnos para la fiesta de cumpleaños más espectacular. Queremos que sea el mejor de todos los tiempos”.
Un compromiso con los estadounidenses y con la historia misma que nos muestra a un hombre verdaderamente implicado en defender las raíces históricas y culturales de este país. Una vez de vuelta en la Casa Blanca, Trump trabajará con los 50 gobernadores de Estados Unidos para crear una «Gran Feria Estatal Estadounidense» en Iowa, donde habrá pabellones de los cincuenta estados; organizará los Patriot Games, unos importantes eventos deportivos con atletas estadounidenses de secundaria que permitirá que los jóvenes de todos los estados muestren lo mejor de las habilidades, la deportividad y el espíritu competitivo de los estadounidenses, y firmará una orden ejecutiva para construir finalmente un Jardín Nacional de los Héroes Estadounidenses que incluya los monumentos más relevantes del país y para encargar a los artistas las primeras 100 estatuas para el nuevo parque, una iniciativa que ya propuso en su primer mandato.
Para dar proyección internacional al evento y mostrar lo mejor de este país, Trump prevé invitar a líderes y ciudadanos de todo el mundo a visitar los Estados Unidos en honor al 250 aniversario. Asimismo, concederá especial importancia al aspecto espiritual y pedirá a las comunidades religiosas que recen por la nación y por el pueblo mientras nos preparamos para esta ocasión trascendental. Desde su fundación, Estados Unidos ha sido un país sostenido y fortalecido por la oración y por nuestras comunidades de fe. Es justo y necesario que a medida que trazamos un curso hacia los próximos 250 años, nos unamos en oración y volvamos a ser una nación guiada por el amor a Dios. Trump hará este llamamiento a los estadounidenses para que se unan de nuevo mientras nos dirigimos hacia los próximos 250 años de historia estadounidense.
De esta forma, «Salute to America 250» será responsable de coordinar a los gobiernos estatales y locales para garantizar un año completo de festividades en todo el país desde el Memorial Day en mayo de 2025 hasta el 4 de julio de 2026. Una celebración con orgullo de la historia americana y de la libertad por la que lucharon generaciones enteras.
La iniciativa de Trump ofrece a los estadounidenses la oportunidad de compartir una visión unificadora, innovadora e inspiradora para un futuro estadounidense de éxito.
Donald Trump siempre ha mantenido la gran tradición americana de ofrecer una visión optimista para Estados Unidos basada en una renovación del espíritu estadounidense que haga posible un mundo más pacífico, más justo y más libre.

En suma, esta celebración sintetiza bien ese nuevo capítulo que Trump quiere escribir para restaurar la grandeza estadounidense en toda su auténtica dimensión. Durante su primer mandato, Trump ya honró y celebró la fundación y la independencia de los Estados Unidos siempre que hubo ocasión con declaraciones especiales. Por ejemplo, el 4 de julio de 2019, pronunció un «Saludo a Estados Unidos» en el Monumento a Lincoln, donde dijo: «Con una sola hoja de pergamino y 56 firmas, Estados Unidos comenzó el mayor viaje político en la historia de la humanidad». En sus comentarios en el Día de la Independencia de 2020 declaró: «Hace doscientos cuarenta y cuatro años en Filadelfia, los 56 firmantes de nuestra Declaración de Independencia prometieron sus vidas, sus fortunas y su sagrado honor para audazmente proclamar esta verdad eterna: que todos somos hechos iguales por Dios. Gracias al valor de aquellos patriotas del 4 de julio de 1776, la República Americana se erige hoy como la nación más grande, excepcional y virtuosa de la historia del mundo”.
En sus declaraciones en Mount Rushmore el 3 de julio de 2020, el presidente Trump señaló: «Nuestros Fundadores lanzaron no sólo una revolución en el gobierno, sino una revolución en la búsqueda de la justicia, la igualdad, la libertad y la prosperidad… Todo fue posible gracias al coraje de 56 patriotas que se reunieron en Filadelfia hace 244 años y firmaron la Declaración de Independencia. Ellos consagraron una verdad divina que cambió el mundo para siempre cuando dijeron: ‘… todos los hombres son creados iguales'». 1776 representó la culminación de miles de años de civilización occidental y el triunfo no sólo del espíritu, sino también de la sabiduría, la filosofía y la razón». Fue aquel año de 2020 cuando Trump adoptó medidas para establecer el Jardín Nacional de los Héroes Estadounidenses, un parque de estatuas y monumentos que recordará a nuestros héroes estadounidenses para las generaciones venideras.
El 17 de septiembre de 2020, Día de la Constitución, Trump convocó la primera Conferencia de la Casa Blanca sobre Historia de Estados Unidos para abordar los intentos en curso de distorsionar la historia de este país por parte de la izquierda, un intento que aún sigue con virulencia. Durante la conferencia, Trump declaró: “Crecer en Estados Unidos es vivir en una tierra donde todo es posible, donde cualquiera puede ascender y donde cualquier sueño puede hacerse realidad, todo debido a los principios inmortales que los fundadores de nuestra nación inscribieron casi hace dos siglos y medio”.
En noviembre de 2020, el presidente Trump también creó la Comisión 1776 para mejorar la comprensión de la historia y los principios de la fundación de nuestra nación entre las nuevas generaciones de Estados Unidos. En su “Informe de 1776”, la Comisión declaró: “A medida que nos acercamos al 250 aniversario de nuestra independencia, debemos enseñar a las generaciones futuras de estadounidenses una historia precisa de nuestro país para que todos aprendamos y valoremos nuestros principios fundacionales una vez más”.
No se trata sólo de celebrar de forma absurda, como se hace actualmente con tantos eventos carentes de sentido, sino de dotar de contenido esa celebración para que contribuya de verdad al enriquecimiento cultural de este país y de los estadounidenses. Necesitamos recuperar ese espíritu, que hoy está en riesgo de desaparecer, y que iluminó al mundo con la antorcha de la libertad. Donald Trump pretende conseguirlo mediante su audaz propuesta «Salute To America 250”.