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Compartir es Vivir

Una de las campañas más interesantes que fueron lanzadas en los últimos meses, fue la de AARP “Compartir es Vivir”, que se inició en octubre de 2009. El objetivo es proporcionar a los hispanos actividades, herramientas y nuevas formas de contribuir positivamente a sus comunidades de una manera autónoma.
Esta campaña tiene en cuenta las peculiaridades de la cultura hispana respecto a conceptos como retribuir a la comunidad y permite una gran flexibilidad de horarios, actividades y opciones.
Los hispanos representan uno de los yacimientos más importantes para el voluntariado social, que entronca directamente con una de las grandes tradiciones de esta nación, el servicio público a través de acciones de voluntariado. Mientras en muchos países la gente prefiere dedicar su tiempo libre a ir de copas, restaurantes, botellones, y otras formas de perder el tiempo, en Estados Unidos muchos ciudadanos, en contra de esa opinión generalizada en el exterior, que cree que los norteamericanos carecen de compromiso social, se dedican a colaborar en programas de voluntariado en sus comunidades.

Un estudio realizado por AARP en 2008 recogió la opinión de que los hispanos presentaban mayor interés en las actividades de voluntariado. En concreto, la mitad de los encuestados, de entre 44 y 77 años, manifestó que le gustaría realizar trabajo voluntario en el futuro. El estudio también concluyó que el índice de actividad voluntaria entre los hispanos era significativamente más bajo que en otros grupos de población, con un 48% que confirmó haber realizado trabajo de voluntariado para alguna organización durante ese año. Aún así un elevado nivel con respecto a otros países. Otro informe, elaborado por Volunteering in America, llegó a la conclusión de que los voluntarios hispanos trabajan de media unas 46 horas al año, sobre todo recaudando fondos, distribuyendo alimentos, enseñando, orientando, y en tareas de transporte.
Hay varios factores que explican las barreras a superar a la hora de ofrecerse como voluntarios, entre ellas la escasez de tiempo, la falta de información sobre oportunidades de voluntariado, y las restricciones económicas. Entre los factores positivos que impulsan al voluntariado, se encuentran los de marcar la diferencia con respecto a los demás haciendo una actividad de extraordinario valor y colaborar en la mejora de las comunidades a las que pertenecen. Otra de las motivaciones es la de hacer algo por los demás de una forma personal, en la medida de las posibilidades de uno, en vez de cruzarse de brazos o dedicar el tiempo simplemente a otras actividades hedonistas y sin sentido que no aportan valor de ningún tipo, pero sí consumen las energías personales.

El objetivo de AARP es ayudar a los ciudadanos de más de 50 años y sus familias a dar respuesta a ese sentimiento de contribuir socialmente, de ayudar a las comunidades, dándoles ideas sobre actividades que pueden realizar por su cuenta, con flexibilidad y alternativas en el horario disponible para este tipo de voluntariado. Ya no hay excusas para evitar el compromiso comunitario.
Algunas de las ideas de proyectos de servicio voluntario que han preparado en AARP y que ofrecen a los ciudadanos, son verdaderamente útiles sin ser excesivamente complejos. Por ejemplo, cómo organizarse e iniciar grupos de senderismo para hacer excursiones y estar físicamente más saludables, cómo prepararse para afrontar la llegada de un huracán o de ciclones, cómo evitar fraudes, prepararse para emergencias, comprobar la seguridad en el hogar, y muchas otras ideas útiles.
Uno de los valores de esta campaña es que pone el acento en la posibilidad de hacer cosas realmente positivas por los demás desde la acción y el compromiso de voluntariado en actividades sencillas, como ayudar a pintar un centro comunitario, limpiar los barrios, o dar clases en escuelas de barrios marginados.

Al conectar con la población hispana, que en muchos casos también es la destinataria de esos servicios de voluntariado, la campaña adquiere mayor importancia, comprometiendo a los hispanos con sus comunidades y potenciando una actividad social que revierte positivamente en todos.
Además, el trabajo de voluntariado, según han constatado decenas de estudios realizados, benefician a las personas que los hacen desde el punto de vista de la salud, ya que son menos propensas a sufrir enfermedades o sentirse deprimidas, con niveles de satisfacción con sus vidas más elevados, y la posibilidad de vivir más. Beneficios de salud que perciben quienes dedican alrededor de 100 horas al año al trabajo de voluntariado.
AARP es una organización sin fines de lucro, no partidaria, compuesta por socios, que ayuda a las personas de 50 años o más a mantener su independencia, sus opciones y el control sobre sus vidas, de manera que sean beneficiosas y económicamente viables para ellas y para la sociedad en su conjunto. No respalda a ningún candidato a cargos públicos, ni hace contribuciones a ninguna campaña política ni candidato. Publica AARP The Magazine, la revista de mayor circulación en el mundo, con más de 35,5 millones de lectores, y es una voz autorizada de los estadounidenses mayores de 50 años; AARP Bulletin, fuente de noticias para los 40 millones de socios de AARP y los estadounidenses mayores de 50 años; y AARP Segunda Juventud, la única publicación bilingüe en Estados Unidos dedicada exclusivamente a la comunidad hispana mayor de 50 años. AARP Foundation es la filial benéfica de la organización, cuyos programas proporcionan seguridad, protección y la opción de decidir y actuar bajo su propia responsabilidad a los adultos mayores con necesidades, con el apoyo de miles de voluntarios, donantes y patrocinadores.

Hacer el bien es la mayoría de las veces encontrar la oportunidad adecuada para hacerlo, pero también éstas hay que buscarlas activamente. En un mundo y una sociedad que tiende con enorme facilidad a centrarse en actividades que nada importan y nada aportan, actividades en las que prima más el lucimiento social que el compromiso social, el voluntariado es una de las mejores opciones para hacer algo humano por el prójimo de una forma real y cercana.
Cuando la gente dice que ellos no pueden hacer nada y las cosas son como son, y se dedican a beber, ir de fiesta, o de compras que no necesitan, en vez de ayudar en actividades realmente importantes, conviene tener en cuenta que hay otras opciones y están al alcance de nuestra mano. El grado de compromiso de una persona, y su valor como tal, también se mide por sus acciones de voluntariado, y definen a la persona mejor que nada que pueda decir durante una larga conversación sin contenido real. Las acciones que llevemos a cabo, en cambio, sí hablan por cada uno de nosotros.




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