La guerra moderna ha introducido grandes mejoras en el combate y una de ellas ha sido la utilización de drones, que se ha extendido y hecho habitual en la guerra contra el terrorismo yihadista.
Son muchas las razones de su alta efectividad, como la autonomía, la capacidad de penetración en territorio enemigo, su versatilidad y facilidad para alcanzar al enemigo con una alta precisión. Además, es el tipo de arma perfecta para estos tiempos que nos tocan vivir, en los que no hay frentes delimitados ni visibles, enemigos con uniforme que atiendan a las reglas de la guerra o respondan ante un estado legítimo, ni territorios invadidos. Todo es mucho más confuso, abstracto, con frentes internacionales que se desplazan continuamente y enemigos fanatizados por la religión islámica que utilizan a los civiles como objetivo.
Se trata de la guerra posmoderna, en la que todo ha cambiado, y en este nuevo entorno, los drones son letales y eficaces. El arma ideal para las nuevas formas de guerra y los nuevos enemigos, que requieren estrategias diferentes para ser derrotados. Los drones nos permiten operar con equipos relativamente pequeños, autónomos y desde puntos distantes, realizando incursiones limitadas en territorio hostil contra objetivos precisos. Su utilización en estos últimos años ha representado historias de éxito en la guerra contra el terrorismo yihadista y en otros usos militares de refuerzo de las Black Ops (operaciones encubiertas) para eliminar destacados terroristas o combatientes enemigos, su captura, identificación y localización.

El uso de los drones militares seguirá en auge y sus objetivos se incrementan cada día. La importancia del programa de drones es vital actualmente para la seguridad nacional de Estados Unidos, un eje irrenunciable para nuestra comunidad de inteligencia y de las fuerzas armadas. Un programa altamente efectivo que cualquier candidato a la presidencia y a ser comandante en jefe debe defender abiertamente. Entre otras razones porque en el futuro inmediato se abre el abanico de objetivos para los drones, sobre los que habrá que tomar decisiones, así como en materia de nuevas inversiones, formación de operarios especializados, nuevos territorios de actuación, tecnologías innovadoras, armamento y nuevas disposiciones que mejoren los resultados del programa de drones.