Una de las grandes propuestas en la agenda de Donald Trump para su segundo mandato presidencial es eliminar las regulaciones que ha impuesto la Administración Biden, que están destruyendo empleos, frenando la economía y aumentando la burocracia federal fuera de control. Se trata de adoptar una serie de acciones para restaurar el control de nuestro gobierno por el pueblo estadounidense.
Cuando Trump recupere la Casa Blanca en 2024 volverá a poner a las agencias reguladoras, como la FCC y la FTC, entre otras, bajo la autoridad presidencial, tal y como exige la Constitución, e impedirá que emitan reglas y edictos por sí mismas, como han estado haciendo. De hecho, exigirá que presenten cualquier regulación que estén considerando para su revisión por parte de la Casa Blanca.
No permitirá que los miembros no elegidos que pululan por el pantano de corrupción en que se ha convertido la política nacional, actúen como una cuarta rama de nuestra República. Trump se ha comprometido a restaurar la orden ejecutiva que firmó en su primer mandato y que exige que por cada nueva regulación, se eliminen dos antiguas regulaciones vigentes, y solicitará al Congreso que lo haga permanente. Además, creará un marco regulatorio federal simplificado específicamente para las nuevas Ciudades de la Libertad, lo que conducirá al impulso de nuevas industrias, la creación de oportunidades económicas y brindará a los estadounidenses una vida más segura y asequible.
El plan de Trump en materia de regulaciones prevé implementar un presupuesto para poner un tope estricto a los costes de la regulación gubernamental, prohibirá que los burócratas emprendan acciones de cumplimiento sólo con orientación informal y exigirá que todas las regulaciones gubernamentales se publiquen o se anulen. Así lograremos que en vez de que el gobierno federal crezca y se expanda en tamaño y alcance cada año, se reduzca y se establezcan objetivos de reducción de costes para cada departamento federal. Asimismo, se exigirá que toda la orientación regulatoria se publique en una base de datos central, o de lo contrario se anulará y no tendrá efecto. Esto derogará una gran cantidad de regulaciones furtivas y amenazas que los burócratas deshonestos han impuesto sin una supervisión adecuada.

Finalmente, Trump tomará medidas rápidas y sin precedentes para proteger a los ciudadanos estadounidenses del Estado Profundo fuera de control y cuyas acciones influyen en las vidas de todos. Para ello, exigirá que todos los empleados federales aprueben una nueva prueba de Servicio Civil que demuestre una comprensión de que nuestro gobierno constitucional es limitado. Esto incluirá el control de los derechos del debido proceso, la igualdad de protección, la libertad de expresión, la libertad religiosa, el federalismo, las protecciones de la Cuarta Enmienda contra registros e incautaciones irrazonables, y los límites constitucionales al poder federal, entre otros aspectos que se están perfilando. Trump firmará una ley para prohibir que los burócratas tomen medidas basadas únicamente en orientación informal. Por ejemplo, nunca más permitirá que los burócratas intimiden y presionen a los bancos para sofocar o desbancar financieramente a las industrias políticamente desfavorecidas. No dejará que eso suceda.
El programa de Trump en este ámbito volverá a poner en su lugar a los burócratas no elegidos, liberará todo el potencial de la economía estadounidense y permitirá crear millones de empleos y atraer billones de dólares de inversión. En resumen, Trump recuperará una parte clave de su agenda económica America First para reducir las regulaciones innecesarias y derrochadoras que destruyen empleos.
De esta forma, Trump podrá salvar a Estados Unidos del desastre económico de la Administración Biden y traerá esperanza y un sano crecimiento económico al país.