Hay un mundo de libros por descubrir, de historias fascinantes y aventuras que leer. Lo sabemos todos cuantos compartimos la pasión por leer, que es una de las actividades más gratas y enriquecedoras que puede realizar una persona. Nada es comparable a leer: ni el cine, las redes sociales, navegar por internet, el teatro, la música, la televisión, los videojuegos, viajar…
Leer es una experiencia inolvidable que define a las personas. Los momentos, los lugares y las lecturas son componentes de una pasión difícilmente explicable a quien no la experimenta. Una cálida estancia, un jardín con encanto, una playa idílica, un banco en cualquier plaza o paseo, el tren o el avión, un sillón favorito, en la cama… Cualquier lugar se puede convertir en el paraíso de la lectura y del lector. Lo único que se necesita en realidad es un buen libro que nos transporte a otros mundos y otras vivencias, que despierte en nosotros la pasión por leer, descubrir y aprender.
La gente que lee, que siente la pasión por leer, es fabulosa. Alguien que es capaz de coger un libro y leer durante unos minutos u horas, hasta la madrugada o el amanecer, que se emociona con una historia y unos personajes que hace suyos, que los siente cercanos; esa gente que sabe abrir un libro, olerlo, sentirlo, acariciarlo, conservarlo y leerlo con pasión, es la gente que siente pasión por leer, explorar nuevos mundos literarios y descubrir autores que se convierten en una parte importante de sus vidas: amigos, héroes, ídolos admirados, ejemplos a seguir, un talento que compartir y disfrutar juntos.

Leer es mucho más que una actividad de ocio para pasar unas horas. Significa emociones y sentimientos. Lo sabemos todos cuantos compartimos la pasión por leer. Las personas que leen no salen mucho en los medios de comunicación, no se manifiestan ni agitan banderas, pero son una fuerza social que mueve el mundo desde el conocimiento.
Hay una pregunta que debería ponerse de moda: ¿Y tú, qué libro has leído últimamente?