El presidente Trump planea un evento multitudinario para el 4 de julio, día de la Independencia, en un sitio icónico como el Lincoln Memorial. Se llamará “A Salute to America” y habrá los tradicionales fuegos artificiales, música, entretenimiento y un discurso estelar de Trump, que será el acto central.
Es importante este acto porque permitirá visibilizar el ingente apoyo popular al presidente ante unos medios de comunicación que se han convertido en el enemigo del pueblo con sus informaciones sesgadas y manipuladas de forma constante para dañar esta presidencia, una de las más exitosas de la historia.
Ninguna fecha más idónea para un acto marcado por el patriotismo y la visión de futuro desde una perspectiva de sano conservadurismo. Frente a las Fake News, Trump en estado puro. Frente a los desvaríos del Partido Demócrata, Trump y medidas de gobierno sensatas y llenas de sentido común, con apego a la ley y el orden. Frente a esa parte de la sociedad empeñada en liquidar todo lo bueno de la cultura estadounidense para sustituirlo por una amalgama de globalismo sin sentido, Trump y su America First.
El presidente acierta al programar “A Salute to America” el 4 de julio, que tiene un hondo significado para los estadounidenses. Al intervenir en una fecha de tanta relevancia con un discurso que será seguido por millones de espectadores y cientos de miles de asistentes en el Mall de Washington, Trump no sólo fortalece la institución de la presidencia con un evento de tintes patrióticos, muy necesario en estos tiempos de meapilas y acomplejaditos progres, sino que proyecta su liderazgo como presidente de la nación y coge un impulso enorme de cara a las elecciones de 2020.
Por tanto, debemos contemplar “A Salute to America” como un acto de celebración por el día de la Independencia, sí, pero también un mega rally electoral al estilo Trump, el pistoletazo de salida a la gran cita electoral de 2020. Un acto cargado de resonancias históricas, por el lugar elegido, junto el monumento al gran presidente republicano, Abraham Lincoln, que salvó esta nación al unificarla y erradicar la esclavitud.

Al igual que ha hecho Trump al salvar América de las políticas socialistas del Partido Demócrata. Un acto con tintes patrióticos a cargo de auténticos patriotas, los votantes de Trump, los más leales de la historia. Y, en suma, un acto de un presidente profundamente patriota, que ama América, que dejó su vida acomodada de millonario, para sacrificarse por su país y salvarlo.
“A Salute to America” no se ha celebrado aún, pero ya está levantando ampollas en los medios y sectores progres, que temen que el país entero vea de nuevo en vivo y en directo el inmenso apoyo popular al presidente Trump precisamente en una fecha tan señalada como el 4 de julio.
Este evento es importante porque el presidente tendrá la oportunidad de hacer un breve balance de los éxitos logrados hasta ahora en la acción de gobierno, de las promesas cumplidas a los votantes, y de los proyectos inmediatos que afronta esta Administración.
Todo ello en un marco festivo, patriótico y genuinamente americano que mezclará espectáculo, historia, política y desafíos.
Trump lo vuelve a hacer. Plantea un 4 de julio más inspirador y basado en el poder real del pueblo estadounidense y no en las artificialidades y memeces progres que suelen ofrecer las cadenas de TV.
En este 2019, Trump recupera con valor el espíritu verdadero del día de la Independencia.