Durante la 66ª reunión del Comité Permanente de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flores Silvestres (Cites), celebrada en Génova (Italia), se han analizado los avances en la aplicación de los planes sobre varios temas que son prioritarios: el comercio de marfil de 19 países y territorios que fueron identificados como de interés respecto a su papel en el comercio ilegal de marfil. Con cerca de 30.000 elefantes africanos cazados furtivamente cada año, la lucha contra el comercio ilegal de marfil sigue siendo uno de los asuntos centrales en la agenda conservacionista. Y con razón.
Se ha puesto el foco de atención también sobre la caza furtiva de rinocerontes. Tan sólo  en Namibia se han perdido 80 rinocerontes a manos de los furtivos en 2015 frente a los 25 del 2014. Los informes indican que más de 1.000 rinocerontes murieron en Sudáfrica por tercer año consecutivo. Una crisis en toda regla que requiere de medidas urgentes. No se ven portadas sobre este tema en los informativos y los diarios de prensa. Y razones hay para ello.
Otros asuntos trascendentales que han ocupado al Comité Permanente de Cites son el papel de la corrupción en el tráfico de vida salvaje, la regulación del comercio de ejemplares criados en cautividad, el fortalecimiento de las legislaciones nacionales relacionadas con las especies protegidas, el comercio de especies específicas, tales como pangolines y guepardos, y el comercio de madera ilegal procedente de Madagascar. Asuntos que perfilan una auténtica crisis ecológica global.

También se ha lanzado una alerta durante esta reunión sobre los graves problemas de conservación a los que se enfrenta el mamífero marino más pequeño del mundo: la Vaquita Marina, del que en 2015 sólo quedaban menos de un centenar de ejemplares como consecuencia de las redes de enmalle, puesto que este cetáceo queda atrapado en ellas sin posibilidad de escapar.
La amenaza del furtivismo sobre los grandes felinos, el tiburón y la cría en cautividad de especies salvajes son otros de los temas que preocupan a Cites, y que requieren de políticas que atajen el daño que se está ocasionando y la extinción de especies de enorme valor biológico y ecológico a la que nos encaminamos.