El 4 de junio, Donald Trump ha cumplido 500 días en el Despacho Oval como presidente de los Estrados Unidos. Los medios y la prensa progre no le daban ni unos meses antes de que fuera destituido por mil y un argumentos tan falsos como las noticias que difunden sin rubor.
500 días en los que Trump ha llevado a la realidad el programa MAGA. 500 días en los que ha recuperado la grandeza de América. ¿En qué se sintetiza esta grandeza y estos 500 días?
Se pueden resumir en un estilo presidencial con un nuevo liderazgo americano, 3 millones de nuevos empleos; el nombramiento de jueces conservadores y constitucionalistas, incluidos Neil Gorsuch para el Tribunal Supremo; la derrota del ISIS; el mayor recorte de impuestos en décadas; la reconstrucción de las Fuerzas Armadas; la mayor subida salarial para militares y trabajadores civiles en 8 años; una desregularización general de normativas inútiles; un crecimiento económico de más del 4%; una nueva política de ayuda y protección de los veteranos de guerra; la desnuclearización de Corea del Norte, la renegociación de los acuerdos comerciales internacionales que estaban perjudicando a Estados Unidos (TLCAN – NAFTA); el traslado de la embajada americana a Jerusalén; una nueva era en las relaciones con Irán, Rusia y China; y el fortalecimiento de la alianza con Israel y Japón.
Estos 500 días de grandeza americana con Trump han consolidado la mejor economía desde la II Guerra Mundial, las tasas de desempleo más bajas en 50 años, con índices récord de empleo entre blancos, mujeres, hispanos y negros.
Para Trump la grandeza de América consiste tanto en que los veteranos puedan acceder a múltiples opciones de atención médica pública y privada, mediante su Mission Act, firmada recientemente, como negociar con dureza con China o la Unión Europea, en aras de los intereses comerciales de Estados Unidos, mediante la imposición de arancel al acero, el aluminio, los automóviles y los productos tecnológicos. O en fortalecer el discurso presidencial con medidas reales para controlar inmigración ilegal y la seguridad
En estos 500 días de grandeza americana se ha fortalecido el respeto a los símbolos nacionales, el himno y la bandera, como no sucedía desde los tiempos de Ronald Reagan, cuando el sentimiento patriótico despertó de nuevo con fuerza. Estados Unidos vive un nuevo despertar patriótico y de fe de la mano de Trump. El desparrame y el descontrol que representan los progresistas del Partido Demócrata se han acabado bajo esta presidencia conservadora.

Esto es importante porque si algo ha quedado claro en este tiempo es que han sido las políticas conservadoras aplicadas por Trump las que han permitido recuperar esa grandeza americana perdida en este tiempo pasado de mediocridad y debilidad. Ha sido el ideario conservador lo que ha posibilitado el éxito de Trump en estos 500 días históricos, que ya forman parte de una de las mejores presidencias de la historia de este país. 500 días de grandeza americana en las que Trump ha logrado más que cualquier otro presidente en ese tiempo. Son hechos probados y demostrados.
No cabe duda de que hemos vivido con intensidad estos 500 días de grandeza americana del presidente Donald J. Trump (‘President Donald J. Trump’s 500 Days of American Greatness’). Un tiempo de éxitos y logros reales que han fortalecido la seguridad, el liderazgo y la prosperidad de Estados Unidos.
Trump ha reafirmado como ningún otro presidente desde Reagan el liderazgo estadounidense en el escenario mundial, ha asegurado inversiones vitales en nuestro ejército y se ha enfrentado a las amenazas a nuestra seguridad nacional con una determinación que ha cambiado el mundo. El presidente ha puesto al pueblo estadounidense en primer lugar y ha hecho el gobierno más responsable y limitado. 500 días de presidencia conservadora en las que Trump ha cumplido todas sus promesas y que han hecho a Estados Unidos más fuerte y libre.