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Poder Hispano


La comunidad hispana en Estados Unidos también ha extendido su creciente poder a Internet. Ya son más de 23 millones de latinos los que navegan por Internet de forma habitual; un segmento social importante que es objeto de codicia para los anunciantes y un grupo de opinión que tiene mucho que decir en todos los aspectos: política, defensa, cultura, y economía, entre otros temas.
Los expertos creen que la población hispana en Internet aumentará de forma notable en los próximos años, de manera que podría situarse, según algunas estimaciones, en 26,2 millones para 2010, 27,8 millones en el 2011, y 29,4 millones en el 2012. Un número importante de ciudadanos, que tiene en sus manos un poder decisivo.
Esta comunidad, cada vez más preparada a todos los niveles, que incluye a generaciones de segunda y tercera generación de inmigrantes y nuevas oleadas que se incorporan a esta nación anualmente, requiere contenidos específicos en inglés y en español, enfocados a sus necesidades, problemas, y desafíos en sus vidas en Estados Unidos.
La comunidad hispana, con valores tradicionalmente conservadores, necesita de medios de comunicación que reflejen los mismos sin apologías ideológicas radicales, con sentido común y objetividad. Una visión del país y del mundo conforme a esos valores que han movido a millones de inmigrantes en la búsqueda de la prosperidad, la libertad, y la felicidad, haciendo realidad con esfuerzo y trabajo los ideales de los Padres Fundadores de esta nación. Razones por las que están perfectamente capacitados para defender coherentemente la Constitución, que consagra estos principios básicos por todos compartidos.
Los hispanos son hoy una fuerza de enorme potencial en Internet, con un poder adquisitivo de más de 900.000 millones de dólares, que ya será de $1 billón en 2011, de consumidores informados, de votantes, y de opinión pública que puede mover proyectos, iniciativas y decantar la elección del presidente.
Según un estudio titulado Conexión Cultural, realizado a través de una encuesta con 2.600 hispanos de edades que oscilan entre los 18 y los 55 años, y que utilizan medios en español semanalmente en EE.UU, más de dos tercios de los entrevistados estuvieron en Internet más de cinco años, un 80% tiene Internet de alta velocidad, y el 44% por ciento accede a Internet de forma inalámbrica. Además, el 56% de la población hispana se conecta habitualmente a Internet y, entre los conectados, el 81% se considera en su mayoría asimilado a la cultura mainstream estadounidense, y más del 75% participan en redes sociales en línea.
Este estudio reflejó que dos tercios de los encuestados consumían contenidos en inglés y en español, de lo que se infiere la importancia de manejar ambos idiomas en Internet.
El poder hispano en EE.UU sigue al alza, como pone de manifiesto el dato del poder adquisitivo de nuestra comunidad, que se ha incrementado en un 29% desde el año 2001, dos veces el aumento general en todo el país, y ha alcanzando en 2008 la cifra de $6.5 billones, según un estudio realizado por la Universidad de Georgia.
En el mercado norteamericano ya no son extrañas las campañas publicitarias destinadas a los hispanos. El gigante de la distribución Wal-Mart, por ejemplo, ya imprime sus circulares publicitarias mensuales en inglés y español, y también empezó la publicación de su propia revista para los hispanos, que se distribuye gratuitamente en 1.300 tiendas que cuentan con una importante clientela latina. Además, hay cientos de periódicos en papel y on line en idioma español.
La cultura hispana, con un 15% de la población nacional, está cada vez más presente en las estrategias comerciales, empresariales, políticas, y en la vida de los EE.UU. Este poder hispano no es en modo alguno despreciado por los políticos de perfil conservador, a los que tantos valores e ideales les unen con esta comunidad. Pero para llegar a los hispanos con una voz clara e independiente, en contraste con las ideas habituales que defienden los políticos y medios de comunicación progresistas, para atraer su apoyo y voto, los políticos conservadores tienen un reto: comprender las inquietudes de esta comunidad viva y con ganas de trabajar, defender sus intereses en aquellos Estados y ciudades en los que su presencia se cuenta por cientos de miles, saber canalizar ese conjunto de valores de una forma que se proteja la identidad de los hispanos, su herencia cultural, sus principales objetivos y se defienda sus necesidades reales con soluciones atractivas y eficaces.
Un empeño en el que el Partido Republicano está trabajando intensamente y de forma honesta, algo que me consta. Un esfuerzo que puede dar resultados si se actúa con sinceridad y se explica adecuadamente.
Algunos de los objetivos de hoy día pasan por dar respuesta a problemas que afectan a los hispanos, cuyas tres cuartas partes (el 78%), según un estudio del Centro Hispano Pew, indica que es difícil encontrar empleo donde viven; por aportar soluciones a ese 10,1% de desempleo que afecta a los latinos, o a ese 9% de propietarios de casas que no ha podido pagar su hipoteca durante el último año, a ese 1 de cada 10 hispanos que va retrasado con la hipoteca, y a ese 3% que ya ha recibido aviso de ejecución de embargo. También pasa por afrontar el problema de la falta de financiación para los programas educativos y las clases de inglés, los problemas de sanidad o la criminalidad que afecta a sus barrios.
Para el 2020, 1 de cada 6 estadounidenses será de ascendencia hispana, y para el 2050, lo será 1 de cada 4, es decir el 30% de la población; hoy ya somos más de 45 millones, con una bolsa adicional de 12 millones de ilegales aún sin regularizar, y la primera minoría del país. Los valores conservadores, defendidos por el Partido Republicano, no pueden dar la espalda a esta comunidad. Es preciso que articulen su fuerza y poder de manera que se defiendan en un proyecto verdaderamente integrador y de futuro, bajo las premisas de dar respuesta a los desafíos actuales con políticas basadas en saludables valores conservadores: fiscalidad baja, defensa fuerte, políticas a favor de la familia, oportunidades de educación y empleo para todos, sanidad de calidad, reforma migratoria, identidad religiosa y cultural, lucha contra el crimen y la delincuencia, y transparencia en la gestión pública.
Internet puede ser esa herramienta decisiva para defender los valores que verdaderamente son seña de identidad de los hispanos: familia, unidad, tradición, ideales, patriotismo, esfuerzo personal, solidaridad, ahorro, propiedad, esperanza, optimismo, alegría, fe, y disciplina de trabajo.
Características intrínsecas también de la identidad norteamericana, a la que tanto aportan y pueden seguir contribuyendo de forma sustancial.




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