Un artículo de científicos de todo el mundo, publicado en la revista “Science”, alerta del grave deterioro de algunos parajes naturales considerados Patrimonio Mundial por la UNESCO y la necesidad de impulsar una gestión local más fuerte y efectiva. De no hacerlo, la situación tiene un elevado riesgo de colapso. Lugares tan emblemáticos y ricos en biodiversidad como la Selva Amazónica, la Gran Barrera de Coral y Doñana, entre otros, se encuentran amenazados por los cambios climáticos, la contaminación y por problemas locales que los afectan; una combinación letal que podría derivar en una emergencia ecológica de imprevisibles consecuencias.

La clave para evitarlo es realizar una mejor gestión medioambiental desde ahora mismo o la situación seguirá degenerando hasta que esté fuera de control. Los autores del artículo dan un toque de atención muy serio a las administraciones y a la sociedad de cada país donde hay parajes en riesgo para que reduzcan las amenazas locales que están afectando a estos ecosistemas únicos e insustituibles. Los casos citados (Doñana, la Selva Amazónica y la Gran Barrera de Coral) juegan un papel crítico a la hora de mantener la biodiversidad global, y en el caso de colapsar podría significar la extinción de las especies que habitan en ellos. Si cualquier ecosistema es importante a nivel local, éstos revisten, además, una gran importancia global. Por ejemplo, la Selva Amazónica ayuda a regular el clima a escala mundial, mientras que Doñana es el humedal más importante de Europa y el lugar de invernada más importante para medio millón de aves.

La tala en la selva amazónica y la degradación del coral, junto a la exploración pesquera, son algunos de los problemas que se deben afrontar inmediatamente en esos ecosistemas y los que necesitan de importantes inversiones en recursos humanos y técnicos. Olvídese de si usted navega más o menos deprisa por internet, de si va a la moda, de si Michelle engorda o adelgaza, o de quién pacta con quién en España tras las elecciones, es en estos temas medioambientales donde nos la jugamos.