Siempre están presentes en las catástrofes y en momentos dramáticos para ayudar. Son los perros adiestrados en distintas modalidades y que han tenido un papel destacado en algunas de las últimas tragedias en Estados Unidos. Tras la masacre de Newtown, en Connecticut, Abbi, Bernabé, Chewie, Hannah, Lutero, Prince, Shami y Ruthie, unos golden retriever entrenados para consolar a las víctimas de tragedias como esta, permanecieron muy cerca de los familiares y los niños de la escuela de primaria Sandy Hook. No era la primera vez, ya que han acudido a otras zonas de desastres para brindar cariño, ayuda y consuelo emocional.
Estos perros tienen su sede en la iglesia luterana de Chicago, donde son entrenados, y su misión es proporcionar consuelo a personas que están pasando momentos de dolor intensos. Su presencia, dejarse acariciar, sus gestos y miradas hacen que los sentimientos de los afectados puedan expresarse plenamente y les ayudan a superar esos días terribles.

Su ayuda a niños y adultos en el duelo se resume en estar con ellos y dejarse acariciar, convertirse en esa tabla salvavidas en momentos muy duros, logran construir momentos de tranquilidad que se convierten en verdadero consuelo. Su presencia ha demostrado que puede desbloquear las emociones y hacer más llevaderas las tragedias que golpean a las personas de forma imprevisible. El apoyo emocional que brindan ha sido vital en numerosas ocasiones con motivo de desastres naturales, tiroteos indiscriminados y también en hospitales y residencias de ancianos. Cada uno de estos perros lleva una tarjeta en la que las personas que hacen amistad con ellos pueden apuntar teléfonos y direcciones para mantener el contacto a través de sus cuentas de Facebook y Twitter. Una gran forma de interacción que se ha demostrado muy útil. También tras el ataque terrorista de Boston, donde fueron enviados los mismos perros para proporcionar alivio junto con otros perdigueros dorados. Asimismo, los perros adiestrados para tragedias han sido un apoyo importante para las víctimas de los tornados en Oklahoma.
El valor de estos perros es inmenso y sus efectos calmantes y de consuelo se están demostrando muy efectivos, ayudando a procesar las emociones por las que pasan las víctimas en momentos angustiosos y terribles. Es un ejemplo más de la utilidad de los perros adiestrados y otra buena razón para cuidar de estos amigos y compañeros peludos que jamás nos traicionan.