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Estrategias de Al Qaeda

Desde hace dos años, de 2008 a 2010, Al Qaeda, la red terrorista de Osama Bin Laden, ha cambiado sus estrategias para seguir golpeando a Occidente, en especial a Estados Unidos y Europa. Sus líderes han intentado reagruparse por todos los medios posibles, han hecho nuevas alianzas con otros grupos terroristas de ideología afín y, sobre todo, han lanzado nuevas operaciones de ataque terrorista.
Esta orientación de la estrategia radical islamista está en la base de que la anterior Administración Bush y ahora la Administración Obama, hayan incrementado sustancialmente los ataques en la frontera afgano-paquistaní mediante Predators y operaciones especiales sobre el terreno.
El éxito de los ataques con aviones no tripulados, operados por la CIA, que han logrado abatir a numerosos líderes y comandos de Al Qaeda y de los Talibanes, han sido esenciales para desarticular algunos ataques terroristas y obligaron a Bin Laden y su cúpula a mantener un nivel inferior de actividad y a desplegar otra estrategia. Desde mediados de 2009 las instrucciones terroristas han sido claras: “Efectuar operaciones cómo y dónde se pueda, en particular en Europa y Estados Unidos”.
Las últimas alertas terroristas, que incluyen la posibilidad de ataques en Alemania, entre otros países, responden a esta nueva estrategia de Al Qaeda. Durante 2010 los servicios de Inteligencia estadounidenses, junto con otras agencias europeas, australianas y canadienses, han desmantelado varios ataques y detenido a numerosos terroristas implicados en operaciones que hubieran dañado objetivos en Europa y Estados Unidos.

La nueva estrategia de Al Qaeda en realidad son dos: por un lado están los envíos de paquetes bombas y explosivos y, por otro, operaciones a cargo de células pequeñas y difíciles de detectar que actúan de forma autónoma. Comandos que pretenden implementar una estrategia terrorista clásica, con ataques in situ contra objetivos seleccionados. Precisamente el tipo de ataques que causan pánico en la población y decenas de muertos. En lo que va de año se han interceptado o abatido a más de una decena de terroristas integrantes de este tipo de células.
La red de terroristas de Al Qaeda es ahora mucho más dispersa y versátil en sus acciones, difícil de localizar y con tácticas que combinan la simplicidad con la alta tecnología. Los paquetes bombas enviados desde Yemen forman parte de esa nueva estrategia que permite llevar a cabo a Al Qaeda una campaña de terror permanente y en cualquier parte del mundo.
La respuesta estadounidense ha sido una mayor presencia de fuerzas de operaciones especiales y de agentes de Inteligencia en Yemen, pese a la enorme dificultad que supone operar en sus ciudades y municipios tribales para localizar y abatir objetivos terroristas.
En cualquier caso, la estrategia de Al Qaeda sigue su curso, pese a las derrotas que ha sufrido en estos dos años, de forma que el peligro de un ataque en forma de explosivo o de una célula formada por varios terroristas o uno solo, sigue siendo muy elevado y justifica plenamente la campaña de alertas lanzada por Estados Unidos para prevenir ataques en el país y en Europa, que está en el punto de mira.

Todo esto nos señala que Al Qaeda sigue estando ahí presente, es un enemigo que ha aprendido en estos años, que cambia su estrategia y su arsenal cuando convine, que está activo y que nos obliga a mantener una guerra abierta y sin concesiones de ningún tipo.
El balance de 2010 nos deja importantes éxitos contra Al Qaeda, es cierto, pero también la inquietante realidad de que los terroristas podrían tener éxito en alguno de sus muchos intentos de ataque. Es una posibilidad tan real que no sólo las autoridades sino la población en general deberían concienciarse y prepararse ante esta más que probable situación. Además, la crisis económica mundial hace que un ataque de Al Qaeda sea especialmente dañino para todos, más allá incluso de la pérdida de vidas.
Que debemos mantener la guerra contra el terrorismo es una realidad y una necesidad imperiosa, pero también que debemos adaptar nuestra estrategia de defensa y ataque contra los terroristas. Los métodos defensivos (seguridad aeroportuaria) no son suficientes para evitar los ataques, necesitamos mantener la ofensiva e incrementarla allí donde se esconden y planean sus estrategias los líderes de Al Qaeda y donde se entrenan sus terroristas, estén donde estén.
No olvidar que se trata de una guerra, y no agradable ni humanitaria precisamente, es la premisa para seguir teniendo éxito en las operaciones en curso y vencer definitivamente a la red de Bin Laden.




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