Los candidatos del Partido Republicano llevan meses debatiendo y haciendo campaña en las primarias de las que deberá salir el candidato del partido a las presidenciales de noviembre de 2012.
A medida que avanza el tiempo se perfilan los favoritos en esta carrera electoral. Es muy interesante profundizar en las propuestas de todos ellos, ya que encontramos posturas dispares sobre distintos temas que, de convertirse alguno de ellos en el nuevo presidente, dibujará la nueva política norteamericana.
El favorito actual en las encuestas es Newt Gingrich, exSpeaker de la Cámara de Representantes, uno de los más sólidos intelectuales con que cuenta el Partido Republicano, y que defiende un endurecimiento de las normas de seguridad para evitar que se repitan ataques terroristas. En cuestiones de inmigración, respalda una ley humana y compasiva que permita continuar en el país a aquellos inmigrantes que llevan tiempo en Estados Unidos, lo que recuerda la amnistía promulgada por Ronald Reagan en la década de los 80; precisamente Gingrich es uno de los mayores defensores del legado de Reagan. Así como la bajada de impuestos y mayor liberalización, algo que defienden todos los Republicanos de distintas formas. En concreto, propone una revisión general de la tributación mediante la bajada de impuestos a las empresas y a las ganancias de capital. Además, eliminaría el impuesto de Patrimonio.
El exgobernador de Masachusets, Mitt Romney, es el otro gran favorito para hacerse con la nominación final, y su discurso político no deja lugar a dudas, él defiende la superioridad y excepcionalidad de Estados Unidos en el mundo, el cambio de la política exterior de Obama que denuncia como amistosa con los países enemigos y de falta de respeto con los aliados. También defiende la permanencia de las tropas estadounidenses en Afganistán, ya que una salida pondría en peligro los sacrificios extraordinarios que se han realizado en la región, así como una escalada de las sanciones contra Irán. Sus propuestas económicas incluyen una reducción del impuesto de sociedades del 35% al ​​25% y la eliminación de los impuestos sobre intereses y dividendos para los que ganan menos de 200.000 dólares al año. Es decir, apuesta por incentivar la actividad empresarial para salir de la crisis.
El exembajador en China, Jon Huntsman, que aún debe crecer bastante en las encuestas, se muestra a favor de una retirada de las tropas y defiende seguir operando en la región con vuelos no tripulados y fuerzas especiales. Para Huntsman la principal amenaza para la seguridad nacional es la situación económica, y el gran reto es recuperar la fortaleza económica. Un discurso que encaja con la situación que vivimos y las preocupaciones de la gente. Huntsman pretende eliminar las deducciones fiscales.

El gobernador de Texas, Rick Perry, que entró con enorme fuerza en las primarias y aún mantiene buenas expectativas, está preocupado por lo que ocurre en Oriente Medio y respalda la declaración de una zona de exclusión aérea en Siria, y se muestra como uno de los más firmes en temas de Seguridad Nacional. Por ejemplo, no duda en la necesidad de llevar tropas estadounidenses a México para hacer frente a la violencia que genera el narcotráfico. Perry también defiende un impuesto del 20% para todo el mundo.
Todos los candidatos están demostrando posiciones beligerantes en torno a Irán, uno de los temas más espinosos que deberá tratar el próximo presidente. Así, Gingrich llama a promover un cambio de régimen en Teherán y no duda en defender que «si fuésemos serios podríamos derrocar el régimen iraní en un año», si bien su postura principal de gobierno estaría basada principalmente en sanciones económicas y solo defendería una intervención militar como último recurso.
La congresista Michele Bachmman, que por ahora no despunta en los sondeos de opinión, centra sus intervenciones en atacar a Barack Obama y aboga por más decisión internacional.
Los ocho candidatos que quedan en liza son Gingrich , Romney, Bachmann, Cain, Huntsman, Paul, Perry y Santorum. Una de las claves de estas próximas elecciones presidenciales será el discurso económico y ahí quien tiene mucho que aportar es Mitt Romney, que es su gran baza, aunque deberá desarrollarla mucho más de lo que ha hecho hasta ahora si quiere ganar a Obama en las urnas. Si el Partido Republicano quiere tener alguna esperanza de triunfo frente al Demócrata, necesitará llevar un ticket electoral con gancho que ilusione al votante estadounidense. Queda tiempo para conseguirlo, pero cada vez menos.