El showrooming es uno de los fenómenos que más destaca en el panorama editorial y librero, está relacionado con el auge de Internet y las compras online. Consiste en utilizar las librerías físicas para ver los libros, tocarlos, hojearlos, olerlos, leer la sinopsis, etc, y después comprarlos online en websites de Internet.
La extensión masiva del showrooming, que todo hay que decirlo, es muy útil para los lectores, ha influido en las ventas de libros en las librerías físicas, no así en las librerías online, que se han visto claramente beneficiadas con esta nueva tendencia de consumo.
Los estudios y encuestas que se están llevando a cabo en distintos países, como España, Estados Unidos, Reino Unido, etc, ponen de relieve que una gran mayoría de los compradores jóvenes y la mitad de los compradores de más de cincuenta años, usan el showrooming de forma habitual.
En los Estados Unidos, por ejemplo, casi todas las librerías físicas son víctimas de este fenómeno, sobre todo las grandes cadenas, como Barnes & Noble; según algunos estudios que han analizado el comportamiento de los showroomers, un 18% de los consumidores terminaba comprando los libros que habían visto en Amazon. En España, es muy frecuente también este comportamiento en los establecimientos de El Corte Inglés, cuyas ventas en sus librerías han bajado tan drásticamente que las han desplazado a entornos físicos más pequeños o en peores lugares. Y es que el showrooming permite a los lectores ver los libros y después comprarlos donde se venden a mejor precio o es más fácil adquirirlos.

En Estados Unidos algunas librerías ya advierten con carteles a sus clientes para que eviten esta práctica. El problema es que estas librerías físicas no están sabiendo competir con el comercio online a través de una oferta de libros más amplia y variada, con personal más cualificado que realmente entienda de libros (muchas veces hay auténticos ignorantes culturales al otro lado del mostrador) o con la rapidez en el servicio para conseguir libros que no tienen en stock.
El showrooming se está extendiendo por muchos países y no es un fenómeno que vaya a menos, sino todo lo contrario. La libertad para comprar online se impone en el nuevo mundo digital.