Browse By

Cobertura de catástrofes

Uno de los campos en el que debemos actuar de forma coordinada los servicios de inteligencia, las fuerzas armadas, los grupos de rescate, bomberos, organizaciones no gubernamentales, policía y prensa, son las catástrofes naturales y situaciones de emergencia. Desde algunos sectores insistimos en la idea de una mayor coordinación porque es esencial para salvar vidas y dar seguridad a las comunidades cuando sobrevienen situaciones de este tipo, algo que va a ir en aumento en todas partes.
Es importante la cobertura que se realiza de estas catástrofes tanto a nivel de medios técnicos como de prensa, por eso es fundamental saber manejar e integrar en la respuesta global el impacto de las redes sociales, como Facebook y Twitter, que han cambiado el panorama de comunicación e información sobre catástrofes y emergencias. Desde el ángulo de los medios de comunicación y las unidades de respuesta oficiales a emergencias es imprescindible la creación de una reputación sólida que ofrezca credibilidad a la sociedad, de manera que nos permita informar, orientar y actuar con eficacia.

catástrofe1

catástrofe3

Hoy más que nunca antes es imprescindible, como no nos cansamos de recomendar muchos especialistas, que la gestión de una situación de catástrofe involucre no sólo a los profesionales que prestan ayuda de emergencia (fuerzas armadas, Guardia Nacional, bomberos, policía, FEMA y otras agencias federales o estatales), sino también a los periodistas y a la sociedad en su conjunto. La razón es que la información actualmente fluye transversalmente y es un bien público. Cuando se producen catástrofes y situaciones de emergencia, la información es clave para saber cómo reaccionar, dónde dirigirse, qué hacer y cómo recibir asistencia y ayuda.
Es en este tipo de situaciones en los que la comunicación se convierte en una herramienta crucial para la gestión de los riesgos y para una cobertura eficiente de los desastres. En este panorama la integración de las redes sociales representan un desafío para los medios de comunicación y los profesionales que, de una u otra forma, afrontamos catástrofes. Ahora, ya no sólo la prensa puede informar, de hecho también Facebook, Twitter y YouTube se convierten en centros de comunicación, con el relato de experiencias y noticias, con fotos y vídeos que nos aportan información muy valiosa; por ejemplo, en muchas ocasiones son las propias víctimas las que cuentan lo que está pasando. Un riesgo cierto que también es preciso saber gestionar son los rumores e inexactitudes que también en ocasiones se difunden y complican la ayuda a los afectados por las catástrofes.

catástrofe5

New Orleans, LA--September 18, 2005 Jocelyn Augustino/FEMA

Dado que el papel de las redes sociales va en aumento, la gestión del flujo de información que circula por ellas durante una catástrofe se convierte en algo necesario. La prensa y los profesionales de emergencias necesitan entonces trabajar con fuentes que sean fidedignas y que tengan credibilidad, algo que sólo se construye con el tiempo y con la experiencia de situaciones de catástrofes en las que la coordinación se mantenga entre las distintas partes. Otro punto vital es la verificación de la información que aparece en las redes como Facebook o Twitter para comprobar fehacientemente que es real y no rumores.
La experiencia durante pasadas catástrofes nos ha enseñado que a veces los datos que circulan por las redes sociales no están comprobados suficientemente o bien entran en contradicción con la información institucional que busca orientar y ayudar a los afectados. Por eso es importante en estos casos que los medios de comunicación eviten la superposición de información que confunda a la gente o aporten datos no verificados. El conocimiento de la fuente y su credibilidad son así algo esencial en la cobertura por parte de los medios, y en lo que deben incidir porque en esos momentos hay vidas en juego, no únicamente índices de audiencia o ejemplares de prensa que vender.

catástrofe7

catástrofe8

Las redes sociales nos aportan información en tiempo real y esto sí que está cambiando la forma de actuar y responder ante las catástrofes, pero los profesionales involucrados en la ayuda y la asistencia necesitamos cribar bien esa información y seleccionar la que realmente tiene valor para tomar decisiones, gestionar adecuadamente la emergencia, evaluar los daños y las necesidades, y en consecuencia solicitar los medios humanos y materiales necesarios a cada situación. Es fundamental que haya una buena organización, coordinación y órdenes claras en las tareas de asistencia y la llegada de la ayuda, o el caos se extiende.
Para lograr una correcta actuación en situación de catástrofe la credibilidad de cada parte es crucial, y eso se consigue también con una actuación profesional exhaustiva antes de la catástrofe, de manera que la gente tenga el convencimiento de que la información que le llega por parte de las unidades de emergencias y de los medios de comunicación es real y creíble sobre lo que está sucediendo. Durante una catástrofe no sólo las redes sociales juegan un papel destacado, también lo hacen y de forma muy importante las estaciones de radio profesionales, a las que todo el mundo tiene acceso, y de radioaficionados, que permiten el contacto cuando todo lo demás falla.

catástrofe10

De cara a reducir el impacto de las catástrofes necesitamos unos medios de comunicación responsables y que contribuyan a desarrollar una cultura de prevención que ayuden a cambiar determinadas conductas humanas que implican riesgos y que ayuden a una mayor coordinación y mejor información. Los medios son los que deben concienciar activamente a la sociedad sobre una serie de valores para estar preparados frente a las catástrofes, y a los profesionales que participan en los trabajos de emergencias les corresponde transmitir una información útil y veraz al ciudadano.
Cuando se producen estas situaciones la relación entre medios de comunicación y autoridades es otra de las claves que permiten responder con eficacia. En este aspecto, la prensa necesita saber que lo primero es la gente y ayudarla, y en esa tarea estamos todos. La búsqueda de responsabilidades políticas y culpables, si los hubiera, viene después. La prioridad siempre debe ser el rescate y la ayuda a los afectados en las primeras 72 horas, que son vitales en estas situaciones, por lo que necesitamos a los medios acompañando en la gestión de emergencia, sin distorsionar la orientación oficial, que debe apoyarse en responsables firmes y confiables. Aquí es necesario que el portavoz de las autoridades construya una relación sólida con los medios que permita una información transparente y fluida.
Una catástrofe no es una película ni un reality show de la TV, por eso en estos escenarios de desastres la comunicación periodística debe ser lo más clara posible, sencilla, sin sensacionalismos ni eufemismos. La responsabilidad de los medios y de las unidades de emergencias es enorme y debe estar coordinada. Nunca podemos olvidar que la manera en la que los periodistas y los profesionales en emergencias cubren un evento de catástrofe tendrá su efecto en cómo reaccione la comunidad en su conjunto y las consecuencias que se deriven de ese escenario de desastre.

catástrofe4

catástrofe2

catástrofe9




Translate »